diciembre 10, 2025
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Mattia Tombolini, un romano de unos treinta años, se presentó en la sentada antifascista “Más libros, más libertad” como miembro de la editorial Momo, vestido con una camiseta blanca con la inscripción “Libros radicales contra el avance de la nada”. Sin embargo, está lejos de ser un simple editor sino que es el asistente de Ilaria Salis en el Parlamento Europeo, fue activista en centros sociales, parece tener simpatía por los exaltados y también está vinculado al mundo de la izquierda antagónica. Ya en los últimos meses, la elección de Tombolini por parte de Salis como asistente había suscitado varias controversias.

Además de ser condenado en primer grado a cuatro meses de prisión por difamación contra Marco Cossu, representante local de Fratelli d’Italia y alcalde del municipio de Casperia y vicepresidente de la provincia de Rieti, Tombolini publicó varios mensajes violentos en sus redes sociales. Entre ellos se encuentran el vídeo de una marioneta construida sobre la base de una llama tricolor (símbolo del FdI) y el rostro caricaturizado de Giorgia Meloni quemado en Poggio Mirteto con la leyenda: “Quema perra”. Además, en su perfil, Tombolini publica fotos de policías siendo golpeados con palos y también hay una foto en blanco y negro en la que cinco niños armados con palos golpean a un policía que ha caído al suelo. Entre los comentarios están los que le preguntan a Tombolini: “¿Te gusta esto?” y el asistente de Salis responde: “Bueno, la Bellini Band también me fascina en cierto modo”. En los años 1970, la banda Bellini, nacida en el barrio milanés de Casoretto, tenía dos enemigos: los “policías” y los “fascistas”.

El asistente de Salis es también autor de algunos libros, entre ellos “Sporcare i Walls. Graffiti, decoración, propiedad privada” en el que se puede leer: “Creemos, contrariamente a las visiones conservadoras del paisaje urbano, que entre los derechos fundamentales de los ciudadanos está también el derecho a la palabra y a la expresión”. En resumen, los graffitis que desfiguran nuestras ciudades están muy bien en nombre de la “libertad de expresión”, pero los editores pueden ser censurados.

Navegando por sus redes sociales, Tombolini suele participar en marchas como la organizada en Albania contra los centros de repatriación, como muestra una fotografía de la manifestación con la inscripción: “Ahora procesión en marcha No Cpr No Lager”. En 2020, sin embargo, elogió las ocupaciones y escribió: “Ha nacido una nueva ocupación y el ambiente ya es un poco mejor. También es el país real”. Tombolini también jugó en el centro social romano Alexios y hay un elemento a explorar en su biografía. Según un artículo publicado por Repubblica en febrero de 2014 sobre las medidas adoptadas tras una manifestación violenta organizada cuatro meses antes en Roma, Mattia Tombolini, “activista de Alexis y Acrobax”, estaba “bajo arresto domiciliario por los enfrentamientos del 31 de octubre”. Se trata de los enfrentamientos entre centros sociales y la policía, ocurridos en Via del Tritone, en Roma, que resultaron en la detención de 17 activistas acusados ​​de diversos delitos.

A menos que se trate de un caso de desambiguación, podría tratarse del mismo Mattia Tombolini que encabezó la protesta contra el editor Passaggio al Bosco. De ser así, también surgiría una cuestión de oportunidad, ligada también a su papel en el Parlamento Europeo. Contactado para pedirle confirmación de la noticia, no respondió a la pregunta.

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