“¿Pero estará en Amazon? ¿En IBS? ¿En Feltrinelli?” Un nuevo ensayo que escribí con un compañero periodista está a punto de publicarse y una de las primeras preguntas que le hice al editor fue precisamente esta: ¿se encontrará el título en plataformas online?
Me limito al gigante Amazon que llegó a Italia en 2010 y que tendría más que cada mes. 38 millones de usuarios sólo en Italia. Apenas han pasado quince años y nuestras vidas ya están modeladas según este gigantesco moloch que destruye el comercio local, consume enormes recursos energéticos, pero también el territorio con sus centros. ¿Alguien recuerda nuestra vida antes de Amazon?
Muchos de los que me leéis seguramente estáis en contra de las compras online, pero luego, por diversos motivos, os encontráis usándolas, pero sintiéndoos un poco avergonzados, y aquí tenéis las habituales justificaciones “tenía prisa”, “lo encontré aquí”, “puedo devolverlo”, etc. ganadorAquí es particularmente evidente con la creación de una nueva clase de “esclavos”.
Este es uno de los temas principales que también abordo en mi reciente “ambientalista blanco rico”: puedes tener las mejores intenciones del mundo, en particular te crees a ti mismo y actúas como un ambientalista, pero luego tu estilo de vida entra inevitablemente en conflicto con la protección del planeta: haces algunos viajes, comes un poco de carne, usas un poco el coche, compras un poco en Amazon. Al final de la feria luchar o no luchar para salvar el planeta no hará ninguna diferenciala huella ecológica es idéntica.
Evidentemente, existe una respuesta positiva del editor a la pregunta planteada en el incipit y respiramos aliviados. ¡Por suerte Amazon está ahí!