Los 27 países de la UE han eliminado un obstáculo clave para el uso por parte de Ucrania de activos rusos congelados en Europa, perpetuando las sanciones contra Moscú que sirven como base para su inmovilización, anunció el jueves la presidencia danesa de la UE.
Los activos del banco central ruso en Europa, alrededor de 235 mil millones de euros, fueron congelados tras las sanciones decididas por los 27 tras la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.
Sin embargo, estas sanciones deben renovarse cada seis meses, por unanimidad, cada vez con la amenaza de un veto de Hungría, el país más cercano a Rusia en la UE. Sin sanciones, sólo con una inmovilización, Rusia podría exigir inmediatamente la devolución de sus activos, la mayor parte de los cuales, es decir, 210 mil millones de euros, se encuentran en Bélgica.
Préstamo de 90 mil millones de euros
Una situación que la mayoría de los países de la UE quieren evitar absolutamente cuando quisieran utilizar parte de estos activos rusos para financiar un préstamo de al menos 90 mil millones de euros a Ucrania.
La decisión adoptada el jueves por los 27, por una “gran mayoría”, permitirá perpetuar las actuales sanciones a estos activos, hasta “el fin de la agresión rusa” en Ucrania, y evitar así la espada húngara de Damocles, explicó una fuente diplomática.
Los embajadores de los 27 acordaron una propuesta, basada en el artículo 122 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, que permitirá “la inmovilización de activos rusos de forma más permanente”, indicó Dinamarca. Este país ocupa actualmente la presidencia semestral del Consejo de la UE.
El artículo 122 permite la adopción de medidas excepcionales en caso de emergencia. Se utilizó especialmente durante la epidemia de Covid para permitir la compra de vacunas en Europa. La decisión de los embajadores aún deberá ser confirmada al final de un procedimiento escrito previsto para el viernes por la tarde.
Superado este obstáculo, todavía no está convencida Bélgica, que sigue negándose a aceptar este uso de los activos rusos, por temor a ser el único país que pagaría el precio en caso de problemas.
Los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 lo discutirán esta semana durante la próxima cumbre europea, que promete ser tormentosa ante las extremas reticencias del primer ministro belga, Bart De Wever. A falta de garantías muy sólidas de otros países de la UE, “haré todo lo posible para bloquear esta decisión”, dijo en Bruselas a principios de diciembre.