Actualmente, el proyecto sólo representa unos diez millones de euros de inversión hasta 2025. Antes de entrar realmente en el meollo de la cuestión. El Ministro de Defensa del Reino Unido, John Healey, anunció el domingo el lanzamiento del innovador programa Bastión Atlántico, diseñado para “cazar submarinos rusos”, en sus propias palabras.
“Atlantic Bastion combinará barcos autónomos e inteligencia artificial con buques de guerra y aviones para crear una fuerza híbrida muy avanzada para proteger cables y tuberías submarinos”, confirma el gobierno británico en un comunicado.
“Estar un paso por delante de Rusia”
Entre los instrumentos de última generación integrados en el dispositivo, encontramos en particular el ala delta submarina SG-1 Fathom. Fabricado por la empresa de defensa alemana Helsing y actualmente siendo probado por la Royal Navy, está diseñado para patrullar durante meses seguidos, operando de forma autónoma con docenas de otros planeadores, gracias a un software entrenado en décadas de datos acústicos. “El SG-1 Fathom patrulla las profundidades del océano, monitoreando y escuchando la posible presencia de adversarios en la zona”, resume Katie Raine, directora del programa Fathom.
Además del avión de vigilancia militar P-8 Poseidon, el Reino Unido desplegará fragatas antisubmarinas Tipo 26 de última generación, en particular en colaboración con Noruega, que ha adquirido cinco ejemplares por un importe de 10.000 millones de libras (11.500 millones de euros). También se espera que Excalibur, un submarino no tripulado de 40 pies de largo y 19 toneladas, y Proteus, el primer helicóptero no tripulado de la Armada, formen parte del Bastión Atlántico.
“Se trata de ir un paso por delante de los rusos”, explicó este domingo John Healey desde el puerto de Portsmouth. Conocemos la amenaza que representa Rusia. Seguimos las actividades de sus barcos. Seguimos las actividades de sus submarinos. Sabemos que están mapeando nuestros cables, redes y oleoductos submarinos, y sabemos que están desarrollando constantemente nuevas capacidades para ponerlos en riesgo. »
Según Londres, la actividad de los submarinos rusos en aguas territoriales británicas ha aumentado un 30% en los últimos dos años, al aumentar las tensiones con Moscú provocadas por la guerra en Ucrania. En septiembre, el comité parlamentario británico sobre estrategia de seguridad nacional dijo que era “incierto” si el Reino Unido estaba equipado para proteger sus cables submarinos. El Bastión Atlántico debe llenar este vacío.
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