Un inmigrante salvadoreño deportado por error por la administración Trump y luego traído de regreso y detenido en Estados Unidos fue liberado el jueves 11 de diciembre por orden judicial y después de meses de batalla legal, anunció su abogado.
“Fue liberado”“, dijo el abogado de Kilmar Abrego García, Simón Sandoval-Moshenberg, en un correo electrónico a la Agencia France-Presse (AFP), pocas horas después de la decisión de un juez federal en Maryland, cerca de Washington. El caso de esta residente de Maryland, casada con un estadounidense, cristaliza la oposición entre la justicia federal y la administración Trump, acusada de obstruccionismo hacia los tribunales que obstaculizan su política de expulsiones masivas.
Después de declararse incapaz de traer de regreso a Kilmar Abrego García, deportado a El Salvador el 15 de marzo con más de 250 hombres, la mayoría por presunta pertenencia a una pandilla venezolana, la administración Trump lo devolvió a Estados Unidos el 6 de junio. Pero inmediatamente se presentó un caso en su contra en Tennessee por complicidad en la residencia ilegal de inmigrantes. Kilmar Abrego García fue finalmente liberado en agosto en Tennessee bajo estrictas condiciones, incluidas medidas de vigilancia electrónica, en espera del juicio en este caso, previsto para enero de 2026.
Un largo viaje legal
Tras su regreso a Maryland a finales de agosto, fue nuevamente citado y detenido por la Policía de Inmigración (ICE) con vistas a su deportación a un tercer país africano: posteriormente Uganda, Suazilandia, Ghana y luego Liberia. El interesado rechazó estos cuatro destinos, declarándose dispuesto a partir hacia Costa Rica, que declaró estar de acuerdo en recibirlo, algo que el gobierno cuestionó.
En su decisión del jueves, la jueza Paula Xinis concluyó que “Luego de su detención ilegal en El Salvador, el señor Abrego García fue detenido nuevamente, nuevamente sin justificación legal”señalando que este no es el tema “no hay orden de deportación legítima”. Luego ordena al gobierno que lo libere. “inmediatamente” e informarle antes de las 5 p.m. (23.00 horas en Francia), lamentando por cierto haberlo hecho en varias ocasiones “Decisiones judiciales violadas”.
“Esta decisión no tiene base legal y continuaremos luchando contra esta decisión con uñas y dientes en los tribunales”.La portavoz del Ministerio de Seguridad Interior, Tricia McLaughlin, reaccionó sobre X, acusando al magistrado de “activismo judicial”.
El presidente Donald Trump ha hecho de la lucha contra la inmigración ilegal una máxima prioridad, citando una “invasión” de los Estados Unidos de “criminales del exterior” y comunicar ampliamente sobre las deportaciones de inmigrantes. Pero su programa de expulsiones masivas se ha visto obstaculizado o frenado por múltiples decisiones judiciales, particularmente con el argumento de que las personas objetivo deberían poder hacer valer sus derechos.