La propuesta de Netflix de adquirir Warner Bros. Discovery (WBD) por 83.000 millones de dólares chocó inmediatamente con el ejecutivo estadounidense. El domingo 7 de diciembre de 2025, durante una ceremonia en Washington, el jefe del Ejecutivo expresó inequívocamente fuertes dudas sobre la legitimidad competitiva de esta fusión. Señalando que Netflix ya era dueño “una cuota de mercado muy grande”él dijo: “Esto podría ser un problema”. La intervención fue decisiva: el presidente prometió que sería “involucrado en (la) decisión” reguladores. Esta declaración, hecha pública, coloca inmediatamente a la Comisión Federal de Comercio (FTC), la autoridad de competencia, bajo máxima presión política.
El resultado de esta batalla antimonopolio, ahora altamente política, redefinirá el equilibrio global de la industria SVoD. El acuerdo de entretenimiento más importante desde la adquisición de Fox por parte de Disney en 2019 se ha convertido de repente en un asunto político en la cima del estado. La adquisición por parte de Netflix de Warner Bros. Discovery (WBD), valorada en 83.000 millones de dólares (71.000 millones de euros), desencadenó inmediatamente la alarma antimonopolio, amplificada por la posición del presidente estadounidense, Donald Trump.
La medida de Netflix, que venció a otros dos contendientes serios –el operador de cable Comcast y el grupo de medios Paramount Skydance– está siendo doblemente analizada. El acuerdo se cerró después de un largo proceso de subasta. La empresa adquirida está valorada en 72.000 millones de dólares, sin incluir deuda, con una oferta de 27,75 dólares por acción a los accionistas de WBD.
No es insignificante que el jefe de Paramount Skydance, David Ellison, sea cercano al presidente Trump. Asimismo, la postura de Netflix no ha estado exenta de intentos de seducción política, como lo demuestra la recepción del copresidente Ted Sarandos en la Casa Blanca, un factor que subraya la dimensión altamente estratégica y política de la operación para el gigante del streaming.
426 millones de suscriptores
La preocupación del presidente estadounidense por la “cuota de mercado muy grande” de Netflix se basa en enormes cifras que definen la nueva arquitectura del streaming global.
Si se valida la fusión, la nueva entidad combinará el número 1 y 3 del mundo en vídeo por suscripción a la carta (SVoD). Netflix es la plataforma líder mundial con 301 millones de suscriptores. HBO Max ocupa el tercer lugar, con 125 millones de suscriptores. El nuevo grupo tendría más de 426 millones de suscriptores, superando con creces a su rival directo, Disney+ y sus 128 millones de suscriptores.
El surgimiento de este “súper actor” implica riesgos reales para la competencia y el mercado. El desenlace más temido es el cierre de HBO Max y la integración de sus contenidos en la plataforma Netflix. Tal escenario permitiría que los precios de suscripción aumentaran drásticamente, reduciendo las opciones de los consumidores.
La otra amenaza tiene que ver con una estrategia de dominio de los precios. La entidad fusionada podría optar por mantener ambas marcas pero crear un paquete con un precio muy agresivo. Una medida de este tipo haría que la competencia fuera prácticamente imposible para los competidores con menos recursos.
Más allá de los precios, la concentración de los estudios Warner Bros. y la plataforma HBO Max ofrecería un catálogo inigualable. Este acceso a una masa crítica de activos mediáticos, combinado con la inversión anual de Netflix de más de 17 mil millones de dólares en su contenido original, podría alentar a la entidad a invertir menos en nuevas producciones, a expensas de la diversidad creativa. La fuerza creativa combinada ya está demostrada: en los últimos premios Emmy, Netflix y HBO Max ganaron un total de 60 estatuillas.
El destino de los cines en manos de la FTC
La adquisición de los estudios cinematográficos de Warner Bros. representa el punto de fricción más sensible para la industria tradicional. Netflix es conocido por su hostilidad hacia el modelo de estreno en cines. Este es uno de los principales temas que arbitrará el presidente Trump.
El copresidente de Netflix, Ted Sarandos, ya ha expresado su deseo de limitar el estreno de las películas en cines a un período de 10 días, para que puedan optar a los Oscar. Esta postura alarmó inmediatamente al séptimo arte.
La oposición se ha estructurado. Directores famosos, como James Cameron, han calificado esta adquisición como “ desastre”llegando incluso a alertar al Congreso sobre el peligro que correría el cine si Netflix tomara el control de uno de sus principales contribuyentes históricos. El Directors Guild of America (DGA), el sindicato de directores americano, pide a una “sector competitivo y animado” asegurando el “libertad artística y seguridad laboral para los directores y sus equipos”.
Conquistar el mercado audiovisual mundial
Ante la obstrucción de la FTC, ahora intensificada por la intervención presidencial, Netflix busca restar importancia a su impacto. La estrategia consiste en desviar la atención del mercado SVoD únicamente para afianzarse en el mercado audiovisual global.
La compañía se basa en el indicador mensual de Nielsen de octubre de 2025. Este dato indica que, si el streaming representa el 46% del tiempo pasado frente al televisor en Estados Unidos, la cuota de uso del jugador es más favorable para la defensa del operador. YouTube es el número uno en uso de streaming con un 13%. Netflix ocupa sólo el segundo lugar con un 8% de uso. HBO Max ocupa sólo el noveno lugar con un 1,5% del tiempo invertido.
Este argumento permite a Netflix argumentar que la consolidación sólo tendría un impacto marginal en la competencia general en el mercado audiovisual y no sólo en la competencia interna de SVoD. Para disipar los temores de Hollywood, la compañía prometió mantener Warner Bros.’ operaciones actuales, incluidos los estrenos en cines, y garantizar que “Los escaparates evolucionarán para ser mucho más ‘consumer amigables’, para poder llegar más rápidamente al público donde esté”. Un intento de tranquilidad que no hizo más que aumentar la desconfianza de los profesionales del cine.