La cocina italiana forma parte del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Es la primera cocina del mundo reconocida en su totalidad. Esta decisión fue tomada por unanimidad por el Comité Intergubernamental de la UNESCO, reunido en Nueva Delhi, India. Según el fallo, la cocina italiana es una “mezcla cultural y social de tradiciones culinarias”, “una forma de cuidar de uno mismo y de los demás, de expresar amor y redescubrir las raíces culturales, brindando a las comunidades una manera de compartir su historia y describir el mundo que las rodea”.
La noticia fue recibida con prolongados aplausos en la sala. El italiano estuvo entre los 60 expedientes evaluados de 56 países. La UNESCO destaca cómo la cocina italiana “promueve la inclusión social, promueve el bienestar y proporciona un canal para el aprendizaje intergeneracional durante toda la vida, fortalece las conexiones, fomenta el compartir y fomenta el sentido de pertenencia”. Para los italianos, la cocina es “una actividad comunitaria que enfatiza la intimidad con la comida, el respeto por los ingredientes y los momentos compartidos alrededor de la mesa. Esta práctica se basa en recetas antidesperdicio y en la transmisión de sabores, conocimientos y recuerdos entre generaciones. Como práctica multigeneracional, con roles perfectamente intercambiables, la cocina cumple una función inclusiva, permitiendo a todos vivir una experiencia individual, colectiva y continua de intercambio, superando todas las barreras interculturales e intergeneracionales. Artusi.
Con la inclusión de la cocina italiana como patrimonio de la UNESCO, Italia ha alcanzado el récord mundial de reconocimiento en el sector agroalimentario en proporción al número total de reconocimientos obtenidos. De las 21 tradiciones inscritas en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial, 9 son en realidad atribuibles a la agroalimentación: la cocina italiana, el arte de los pizzeros napolitanos, la trashumancia, la construcción de muros de piedra seca en la agricultura, el cultivo de vides jóvenes de Zibibbo de Pantelleria, la dieta mediterránea, la extracción y caza de trufas, el sistema de riego tradicional, la cría de caballos lipizzanos.