diciembre 11, 2025
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LA OPINIÓN DEL “MUNDO” – PARA VER

la condición : el título es lanzado como una piedra, opaco o iridiscente según el ángulo de visión, tan abrupto como ambiguo. ¿La condición? ¿Qué condición? Título más agudo que el, más nebuloso que conciso, de la novela que adapta la película de Jérôme Bonnell: Amarde la violinista y escritora francesa Léonor de Récondo (editora Sabine Wespieser, 2015).

A principios del siglo XXY Siglo (1908, como se indica, con curiosa precisión), en Francia, André (Swann Arlaud), notario, y su esposa Victoire (Louise Chevillotte) viven en una residencia burguesa, situada en un pueblo no exactamente situado. Más bien viven juntas: aunque se hablan afectuosamente, Victoire sólo ocasionalmente se obliga al “deber conyugal”, que se reduce al mínimo. La mayoría de las noches se acuesta sola en el dormitorio, mientras André duerme en el despacho de su estudio, sobre un modelo pionero de cama plegable.

Conviven también en el hecho de que su intimidad compartimentada debe ocuparse de los demás residentes: la madre de André (Emmanuelle Devos), confinada en cama y afásica tras un ataque, irascible y venenosa en los mensajes que escribe con tiza en una pizarra, pero también dos sirvientes, entre ellos la joven Céleste (Galatea Bellugi). La minuciosidad general, que podría desembocar en una manía anticuaria, se ve aligerada o contrarrestada por una cierta sensación de elipsis.

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