Estados Unidos buscó el jueves ejercer la máxima presión sobre Venezuela y su líder Nicolás Maduro, un día después de la espectacular incautación de un petrolero frente a las costas de ese país, que será llevado a un puerto estadounidense. “Secuestraron a los tripulantes, robaron el barco e iniciaron una nueva era, la era de la piratería naval criminal en el Caribe”, acusó Nicolás Maduro en la televisión pública el jueves por la noche.
Resumiendo la estrategia estadounidense, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo a los periodistas que el presidente Donald Trump no tiene la intención de “quedarse impasible y observar cómo los barcos sancionados navegan por los mares con petróleo del mercado negro, cuyas ganancias alimentarán el narcoterrorismo de regímenes deshonestos e ilegítimos”.
Aclaró que el buque, incautado el miércoles frente a las costas de Venezuela, se dirigía a un puerto estadounidense y que Estados Unidos tenía “la intención de apoderarse del petróleo”, pero reconoció que esto plantea cuestiones jurídicas.
La incautación del barco por fuerzas estadounidenses hace temer una escalada de la crisis con Venezuela, mientras que Donald Trump, hace unas semanas, también amenazó con realizar operaciones terrestres. Washington ha desplegado una importante presencia militar en el Caribe desde el verano pasado y ha llevado a cabo una serie de ataques contra embarcaciones sospechosas de traficar drogas desde Venezuela.
Pero es la primera vez que el presidente estadounidense ordena la incautación de un petrolero, con el objetivo de privar a Caracas de su principal fuente de ingresos. Bajo embargo desde 2019, Caracas se ve obligada a vender su producción en el mercado negro a precios significativamente más bajos, especialmente a China. La incautación de este petrolero podría afectar estas exportaciones, disuadiendo a los compradores potenciales.
Nicolás Maduro indicó que había “dado instrucciones” para iniciar “las acciones legales y diplomáticas correspondientes. Venezuela asegurará todos los barcos para garantizar el libre intercambio de su petróleo en el mundo”. Sin precisar de qué nacionalidad era el barco, precisó que “fue abordado cuando casi llegaba al Atlántico”, asegurando que transportaba “1.900.000 barriles de petróleo a los mercados internacionales, petróleo que se pagaba en Venezuela, porque quien importa petróleo paga primero”.
El apoyo de Putin a Venezuela
Según funcionarios estadounidenses, transportaba petróleo desde Venezuela e Irán a Cuba. Según datos de VesselFinder y Bloomberg, el barco navegaba hacia el norte del Caribe, a unos 60 kilómetros de la costa de San Vicente y las Granadinas en aguas internacionales.
Rusia ha dicho que apoya al líder venezolano. Durante un intercambio telefónico con Maduro, el presidente ruso, Vladimir Putin, “expresó su solidaridad” y “confirmó su apoyo” a su política “dirigida a proteger los intereses y la soberanía nacionales en un contexto de creciente presión externa”, explicó el Kremlin en un comunicado, sin mencionar directamente a Estados Unidos.
Cuestionada sobre este intercambio, la portavoz de la Casa Blanca respondió que, en su opinión, esto no debería “preocupar” al presidente estadounidense. “Preocupado” por estas nuevas tensiones, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llamó por su parte a evitar cualquier acción que pueda “desestabilizar a Venezuela y la región”, según uno de sus portavoces. Nicolás Maduro niega rotundamente las acusaciones estadounidenses y cree que la administración Trump está tratando de derrocarlo.
Venezuela no es la principal fuente de drogas que ingresan a Estados Unidos, dicen los expertos. La ministra de Justicia estadounidense, Pam Bondi, había publicado el día anterior en su cuenta X un vídeo de 45 segundos que mostraba el asalto de soldados estadounidenses armados que aterrizaban en la cubierta de un barco desde un helicóptero.
El barco en cuestión fue sancionado por el Tesoro de Estados Unidos en 2022 por presuntos vínculos con el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y Hezbolá. La oposición demócrata estaba preocupada por esta escalada y por las verdaderas intenciones del presidente Trump.