El debate sobre la maniobra está bifurcado: por un lado, el trabajo del Mef sobre dividendos y alquileres a corto plazo, por otro, la llegada al Consejo de Ministros del decreto Milleproroghe, un texto aligerado pero lleno de aplazamientos estratégicos. En el plano fiscal, Via XX Settembre está desarrollando una intervención para evitar la doble imposición de los dividendos, una medida que, para ser financieramente viable, se compensaría con el aumento de la tasa Tobin, que pasará en 2026 del 0,2% al 0,4%. También se ha reprimido la regulación de los alquileres de corta duración: se mantendrá el tipo fijo del 21% para el primer alojamiento, se aumentará al 26% para el segundo y, a partir del tercero, se iniciará la tributación de los rendimientos profesionales. Una elección que puede explicarse como un mecanismo de “autocompensación”, posible gracias al avance del umbral que define la actividad empresarial.
Mientras el Senado se prepara para recibir las enmiendas del Gobierno, la maniobra sigue siendo cuestionada por los sindicatos. La CGIL califica la ley de finanzas de “injusta” y ha proclamado una huelga general para mañana que afectará a todos los sectores excepto al sector aéreo, que ya está involucrado en una movilización separada. Maurizio Landini encabezará la procesión florentina.
Sin embargo, hoy llegará a la mesa gubernamental el Milleproroghe, que prolonga un año la actividad de investigación de la Lep y también retrasa la actualización de las sanciones viales. El plazo hasta el 31 de diciembre de 2026 para los ministerios, autoridades locales e instituciones culturales deberán adaptarse a las normas contra incendios, con la obligación de adoptar “medidas de seguridad adecuadas” y el correspondiente plan de limitación de daños. La protección de los profesionales sanitarios también se mantiene: la ampliación del escudo penal fija en 2026 el plazo dentro del cual los médicos sólo serán responsables por negligencia grave en caso de hechos que se produzcan en “situaciones de escasez grave de personal”.
El decreto interviene luego en una gran serie de capítulos técnicos. El Fondo de Garantía para las PYME se confirma como un instrumento central: para Massimo Bitonci “la garantía pública es un instrumento concreto y eficaz” y su ampliación evita un retorno a normas que habrían implicado costes adicionales para las microempresas. Las nuevas reglas de las leyes tributarias consolidadas también se retrasaron hasta 2027, una medida que da a las oficinas más tiempo para adaptarse a los nuevos sistemas. Además, se aplaza la plena explotación de las infraestructuras digitales para escuchas telefónicas, que sólo serán obligatorias para los procedimientos registrados después del 31 de diciembre de 2026.
El paquete también amplía una serie de incentivos: desde el autoempleo en sectores estratégicos hasta medidas a favor del empleo de mujeres y jóvenes, pasando por ayudas para las ZEE del Sur. Se confirmó la contratación de profesores de religión católica vinculada al concurso de 2024 y se pospuso por un año la obligación de cofinanciación regional de su Academia.