En Australia los adolescentes ahora se despertarán sin abrir sus redes. Desde el miércoles por la mañana, los niños menores de 16 años tienen prohibido el acceso a Facebook, Instagram, YouTube, Snapchat e incluso TikTok. Una medida destinada a protegerles de la creciente dependencia de las pantallas. Al obligar a los gigantes tecnológicos a eliminar las cuentas de los más jóvenes, el país es una excepción en esta lucha. ¿Podría Francia, por ambiciosa que sea, inspirarse en el modelo australiano?
La mayoría de los funcionarios electos quieren creerlo. El 18 de noviembre, la diputada macronista Laure Miller presentó un proyecto de ley destinado a prohibir las redes sociales para niños menores de 15 años. Esta medida llega tras la publicación en septiembre de un informe condenatorio sobre TikTok y sus consecuencias psicológicas en los menores. Tras 95 horas de audiencias y 178 personas, el documento expresó alrededor de cuarenta recomendaciones, la principal de las cuales fue prohibir el acceso a las plataformas a menores de 15 años.