Estados Unidos confiscó el miércoles un petrolero frente a las costas de Venezuela. No hay mucha información: al anunciar la incautación, el presidente Donald Trump se limitó a decir que se trataba de un petrolero “muy grande”. Explicó que el barco había sido incautado “por una muy buena razón” y agregó que “están pasando otras cosas” entre Venezuela y Estados Unidos, sin especificarlo.
Es raro que Estados Unidos se apodere de barcos comerciales de otros países: durante meses, Estados Unidos ha estado haciendo campaña para derrocar al régimen del presidente venezolano Nicolás Maduro, y esta operación debe entenderse como una nueva medida hostil en este sentido.
El petrolero ahora se conoce como Skipper, pero en el pasado se llamaba Adisa. Desde 2022, es objeto de sanciones por parte de Estados Unidos porque se sospecha que está involucrado en el tráfico de petróleo iraní. El miércoles por la noche, la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, publicó en las redes sociales un vídeo de la operación: se puede ver a varios soldados estadounidenses descendiendo del camión cisterna desde helicópteros, aparentemente sin enfrentamientos con la tripulación.
Algunos funcionarios estadounidenses anónimos le dijeron a todo el mundo New York Times que al momento de la incautación el buque transportaba petróleo de la empresa pública venezolana Petróleos de Venezuela; que utilizó la bandera de otro país sudamericano, donde no estaba registrado; y que su destino final era Asia.
Un funcionario agregó que el petrolero fue incautado por su participación en el tráfico de petróleo iraní, no por presuntos vínculos con el gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro. No está claro si la orden de incautación se relaciona con el barco, el petróleo o ambos.
Hasta el momento, Estados Unidos no ha dado información sobre qué planea hacer con el barco o el petróleo que transportaba. Trump sugirió que lo más probable es que lo mantuvieran. Tampoco está claro qué pasará con la tripulación del barco y cómo se encuentran actualmente. Los funcionarios entrevistados por New York Times Explicaron que esperaban que ocurrieran más secuestros de este tipo en las próximas semanas, como parte de la estrategia de Estados Unidos para debilitar y presionar al régimen de Maduro.
La economía de Venezuela depende en gran medida de las exportaciones de petróleo y medidas como la del miércoles podrían dañarla significativamente. El gobierno venezolano dijo que la incautación constituía un acto de “piratería”.
Maduro en Caracas el 12 de octubre de 2025 (AP/Ariana Cubillos)
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Durante meses, Estados Unidos ha estado llevando a cabo operaciones contra el régimen de Maduro: entre otras cosas, ha reunido barcos y vehículos militares frente a las costas del país y ha bombardeado repetidamente barcos de presuntos narcotraficantes, matando a más de 80 personas. También afirman que Maduro es el jefe de una organización narcotraficante llamada Cartel de los Soles, cuya existencia es muy cuestionable.
La orden de incautar el barco se emitió mientras la líder opositora venezolana María Corina Machado se encontraba en Oslo, Noruega, para recibir el Premio Nobel de la Paz que le fue otorgado en octubre. La noche del miércoles, Machado hizo su primera aparición pública desde el 9 de enero, cuando participó en una manifestación contra Maduro en Caracas, capital de Venezuela.