La flor como objeto de arte; Una curiosa enciclopedia de la Bagdad del siglo XIII.Y siglo ; la biografía visual de un gran arquitecto; Los famosos grabados de Durero bajo la lupa; los grandes decorados de Eugène Delacroix para la Asamblea Nacional; Mitología grecorromana en la pintura.
FLORAL. “El desfile de las flores”, de Clélia Nau
¡Dilo con flores! » Al confiar la tarea de transmitir el mensaje de amor al simbolismo tradicional, disperso en el ramo o encerrado en la flor solitaria, ya no se entiende nada. En cambio, decir o representar la pura presencia floral, nada más que la flor, la flor entera en su expansión, en su arquitectura y en su paleta, resulta, contrariamente a las apariencias, otra tarea compleja e incierta. Si “La flor es el secreto de la naturaleza más claramente revelado”Como escribe Clélia Nau, este secreto combina obscenidad y sabor de retirada. Explicarlos pliegue por pliegue es el reto que asumió tras su libro Follaje (Hazan, 2021), el filósofo e historiador del arte en el desfile de las floresMitad tratado académico, mitad paseo encantador.
En seis capítulos que son otros tantos parterres pictóricos y fotográficos sublimes, de Durero a Cy Twombly, se esfuerza por liberar la flor de su ingeniosa envoltura o de sus adornos simbólicos, de realzar su apariencia fenomenal y su vitalismo frenético, su exhibicionismo decorativo, su gusto por el esplendor que excede su funcionalidad reproductiva, y revelar su fascinante geometría (magnífica reflexión sobre “la arquitectura de la rosa” y la estética de lo descolorido).
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