Dentro de unos días presentarán una solicitud de indicación geográfica (IG) para garantizar el origen de su producción, según ha podido saber franceinfo.
/2023/07/07/64a7df4c5fe71_placeholder-36b69ec8.png)
Publicado
Tiempo de lectura: 1 minuto
Los santonniers de Provenza presentarán dentro de unos días una solicitud de indicación geográfica (IG) para garantizar el origen de su producción, como ocurre con el encaje de Calais o la porcelana de Limoges, según ha podido saber franceinfo. “El detonante fue cuando un fabricante de santones admitió que había trasladado parte de su producción a Túnez”. Michel Bouvier, presidente de la asociación creada para obtener esta indicación geográfica para los santones de Provenza, explica a franceinfo. “Teníamos miedo de que otros hicieran lo mismo que él”.
Según datos de la Unión de Fabricantes de Figuritas de Provenza, cada año se venden más de un millón de figuritas provenzales, con una facturación de más de diez millones de euros. Para el tamaño más común, 12 cm, un solo carácter cuesta unos veinte euros. Los fabricantes de santones provenzales esperan esta indicación geográfica en 2026 y también tienen la intención de solicitar la inscripción de los santones de Provenza como patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO.
A partir del 1 de diciembre, tras un reglamento europeo adoptado en octubre de 2023, los vidrieros, alfareros, cuchilleros, joyeros y otros artesanos europeos pueden registrar los nombres de sus productos en el nuevo sistema de indicaciones geográficas (IG) de la Unión Europea para productos artesanales e industriales. Esta es la primera vez que la protección de las IG, que se ha utilizado durante mucho tiempo para alimentos y bebidas, cubre productos no agrícolas.