diciembre 9, 2025
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Primero el espectacular robo del 19 de octubre, luego el cierre de una galería en noviembre debido al deterioro del edificio y finalmente, hace dos semanas, una fuga de agua que dañó varios centenares de obras de la Biblioteca de Antigüedades Egipcias. Un desastre confirmado por las autoridades del Louvre y anticipado por la revista La Tribune de l’Art. Según los testimonios recogidos, la causa de la inundación fueron tuberías ya denunciadas en el pasado como “defectuosas”.

agua sucia

Una alerta del Comité de Salud, Seguridad y Condiciones de Trabajo confirmó, según la cadena de televisión francesa Bfmtv, que el accidente fue comunicado por correo electrónico el 27 de noviembre poco antes de las 15.00 horas: “Ayer, el suministro de tuberías por encima de la documentación, ya declaradas defectuosas, provocó una importante inundación de agua sucia que dañó gravemente las obras y la documentación, arruinando considerablemente el lugar de trabajo”. El mensaje habla de “alfombras empapadas de agua sucia y escritorios inutilizables”. Francis Steinbock, subdirector del museo, confirma que el 26 de noviembre una fuga de agua dañó varios cientos de libros de la Biblioteca de Antigüedades Egipcias. “Entre 300 y 400 volúmenes” se vieron afectados por la pérdida, cuantifica. Precisando que se trata de “revistas de egiptología” y “documentos científicos” utilizados por los investigadores. Estos volúmenes encuadernados datan de finales del siglo XIX y principios del XX. “Ningún patrimonio patrimonial ha sido dañado”, enfatizó Steinbock, añadiendo que “en este momento, no tenemos daños irreparables o permanentes a estas colecciones”. Se trata de documentos “extremadamente útiles y consultados con frecuencia”, pero “no son en absoluto únicos en el mundo”, subrayó. “Se secarán, los enviaremos al encuadernador para que los restaure y luego los devolveremos a la estantería”. Según el Louvre, la fuga de agua fue descubierta alrededor de las 20:45 horas, localizada en el sistema hidráulico que alimenta los sistemas de calefacción y ventilación de la biblioteca ubicada en el ala Mollien. Se produjo por la apertura accidental de una válvula de este sistema, señalan las autoridades, lo que provocó una fuga de una tubería en el techo de una de las habitaciones. “Completamente obsoleto”, este sistema hidráulico lleva varios meses cerrado y debería ser sustituido a partir de septiembre de 2026, explicó Steinbock, en el marco de una importante renovación que se prolongará durante varios meses. “Mientras tanto, reforzaremos las medidas de seguridad para evitar cualquier error humano”, añadió, calificando el incidente de “extremadamente lamentable”. Se está llevando a cabo una investigación interna para determinar las causas precisas de la fuga.

carrera de obstáculos

A finales de noviembre, el Louvre, que recibió 8,7 millones de visitantes en 2024, el 69% de los cuales procedía del extranjero, declaró que aumentaría los precios de las entradas para la mayoría de los visitantes no pertenecientes a la UE. Lo que significa que los turistas procedentes de Estados Unidos, Reino Unido y China, entre otros, tendrán que pagar 32 euros para la entrada. El museo explicó que el aumento de precio del 45% tiene como objetivo aumentar los ingresos anuales en hasta 23 millones de dólares para financiar mejoras estructurales. Sin embargo, “el público tiene ahora un acceso limitado a las obras y sus movimientos se ven obstaculizados. La visita al museo se ha convertido en una carrera de obstáculos”, denuncian los sindicatos, que han convocado una “huelga indefinida” a partir del 15 de diciembre. Los empleados protestan contra “las condiciones de trabajo que se han deteriorado” y la “insuficiencia de medios” puestos a disposición. “Cada día, los espacios expositivos se cierran mucho más allá de las previsiones del plan de apertura garantizado, debido a la falta de personal, así como a defectos técnicos y al deterioro del edificio”, escriben los representantes sindicales en una carta dirigida a la ministra francesa de Cultura, Rachida Dati.

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