Esta es una de sus raras entrevistas. El padre de Madeleine McCann, la niña británica que desapareció en Portugal en 2007, ha pedido una regulación más estricta de la prensa en el Reino Unido, destacando cómo su familia ha sufrido por la atención de los medios en torno al caso.
El caso sin resolver de la desaparición de “Maddie” a la edad de tres años ha tenido muchos giros y vueltas y ha atraído un enorme interés de los medios.
En una entrevista de radio de la BBC transmitida el miércoles, Gerry McCann dijo que él y su esposa Kate se sienten “afortunados de haber sobrevivido” a la intrusión de la prensa en sus vidas privadas.
“Los periodistas venían a nuestra casa, los fotógrafos llegaban incluso a pegar sus cámaras a la ventana de nuestro auto mientras teníamos gemelos de dos años atrás, aterrorizados”, dijo, subrayando “lo difícil que es como madre”. “Hubo momentos en los que sentí que me ahogaba”, añadió.
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“Historias inventadas”
También denunció “historias inventadas”, “mentiras, distorsiones” y afirmó que “los medios de comunicación han interferido repetidamente en la investigación”. Los medios de comunicación “publicaron información que debería haber sido confidencial, que debería haber sido transmitida a la policía, declaraciones de testigos y mucho más”, se quejó.
Gerry y Kate McCann se encuentran entre los alrededor de 30 firmantes de una carta dirigida al Primer Ministro Keir Starmer, pidiéndole que continúe una investigación pública sobre las prácticas de los medios, cuya primera fase terminó en 2012.
Esta investigación, la “Investigación Leveson”, se inició después de un escándalo en el que periodistas del extinto tabloide News of the World piratearon los teléfonos de figuras británicas, incluido el de una colegiala asesinada.
La investigación condujo a la creación de un nuevo regulador de prensa, pero el anterior gobierno conservador canceló una segunda fase, que supuestamente se centraría en las relaciones entre periodistas, políticos y policías.
Los laboristas, ahora en el poder, no lo han revivido, aunque lo habían prometido, según Gerry McCann, quien desearía “estándares más estrictos” para la prensa.
También acusó a algunos medios de comunicación de alentar las acciones de una joven, Julia Wandelt, quien afirmó falsamente ser Maddie y fue condenada en noviembre por acosar a la familia McCann.
El principal sospechoso de la desaparición de Madeleine, Christian Brueckner, nunca fue acusado en el caso. Fue puesto en libertad en Alemania en septiembre tras cumplir una condena por delitos sexuales.
Gerry McCann admitió que después de 18 años “las esperanzas de encontrar a Madeleine son escasas”, aunque “no está extinta”. “Pero necesitamos saber qué le pasó”. »
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