Mezè es la palabra árabe que más se parece a nuestros “entrantes” y representa ese torbellino de pequeños platos que llenan la mesa y que son sin duda la mejor manera de vivir la cocina libanesa, hecha de sabores, colores, compartir y alegría. Meze es también el nombre del restaurante situado en el número 19a de via Sottocorno, en Milán, que representa una de las direcciones más convincentes de la ciudad para esta cocina.
Aquí las numerosas pequeñas degustaciones van acompañadas del Kebhez, el pan típico horneado en el Saj, la gran cúpula de hierro que domina la sala y llama la atención. Meze es un lugar pequeño pero acogedor, con una treintena de plazas en el interior y unas quince, si es necesario y en la temporada adecuada, en el exterior. Los menús se basan en la idea de viajar a las diferentes regiones del Líbano. De Qoubaiyat a Chtaura cuenta la historia de la zona norte del país, De Machghara a Qana la parte sur, mientras que un tercer menú ofrece cocina vegetariana y vegana. Cada una de estas rutas cuesta 78€ para dos personas (y créenos, ambos saldréis llenos) pero quienes lo deseen también podrán sacar de una tarjeta entre la que elegir lo que quieran. Probé el menú sureño y me encontré con el Falafel, el Fattet Kebab con albóndigas y especias, el Laban Eèmmou w Rez (jarrete de ternera sazonado con arroz), el Cheikh el Mehchi, arroz con berenjenas relleno de guiso libanés, el Moutabal Betengen, crema de berenjenas ahumadas, la ensalada de Chmandar y remolacha feta, el Mouhammara, un pesto de pimientos y nueces y el Aàkhtabout bi Debes el Remmen, pulpo a la plancha glaseado con granada.
El postre también es excelente (arroz con leche con helado de pistacho y aroma de rosas). Se bebe una buena limonada pero también excelentes vinos libaneses. Siempre abierto para comer y cenar (y también para desayunar con una oferta muy rica a 20 euros). Servicio muy amable con la sonriente Nora.