El ex entrenador de Michael Schumacher, Willi Weber, fue atado, golpeado y asaltado en su villa de Stuttgart. Junto con su esposa y un ama de llaves, soporta una dura prueba que dura varias horas.
Will Weber fue el hombre detrás de Michael Schumacher. Llevó al futuro campeón del mundo, que batirá récords, a la Fórmula 1, lo comercializó y, como entrenador, fue el asesor más importante del hombre de 56 años antes de entregar la dirección a Sabine Kehm en 2010. Desde entonces, el hombre de 83 años vive como empresario privado en Stuttgart.
Allí Weber fue víctima de un brutal ataque. Tres ladrones enmascarados irrumpieron el martes por la noche en la villa de Weber. Según información de Bild, los hombres entraron por una puerta que permaneció abierta durante unos segundos. Siguió el martirio para Weber, su esposa y un ama de llaves.
Los ladrones la ataron a sillas y la amenazaron con una pistola y otras armas. Golpearon a Weber hasta que reveló el código de sus cajas fuertes. Weber queda marcado por el ataque y tiene varios hematomas en el rostro.
“Eran tres, yo estaba cenando. Querían el código de la caja fuerte. Yo no quería decírselo y luego me golpearon en la cara con los puños”, dijo Weber en una entrevista con el periódico “Bild”.
Según información de la jefatura de policía de Stuttgart, los ladrones irrumpieron en la villa entre las 19.00 y las 20.50 horas. “La policía está aquí y me habla. Me siento como una mierda. Estoy en completo shock”, dijo Weber.
Un botín de varios cientos de miles de euros
Según el informe “Bild”, los delincuentes utilizaron el código de chantaje de las cajas fuertes para robar dinero en efectivo, relojes y joyas por valor de varios cientos de miles de euros antes de lograr escapar. “Los tres hombres vestían ropas oscuras y enmascarados con pasamontañas. Uno de ellos llevaba zapatos naranjas, el otro tenía dolor de estómago”, dijo la policía de Stuttgart en un comunicado.
Las tres víctimas tardaron más de dos horas en liberarse de las cadenas y conseguir ayuda. Se dice que la esposa y el ama de llaves de Weber sólo sufrieron magulladuras a causa de las cadenas. A pesar de la paliza, Weber no tuvo que ser trasladado a la clínica y fue atendido por paramédicos en la villa.
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