Las reuniones secretas entre el principal negociador de paz de Ucrania y los líderes del FBI han introducido nueva incertidumbre en las negociaciones destinadas a poner fin a la guerra del país, según diplomáticos y funcionarios familiarizados con el asunto. El Washington Post lo escribió. En las últimas semanas, el principal negociador del presidente Volodymyr Zelensky, Rustem Umerov, voló a Miami tres veces para reunirse con el principal enviado del presidente Donald Trump, Steve Witkoff, y discutir una propuesta para poner fin al conflicto con Rusia. Pero durante su estancia en Estados Unidos, Umerov también mantuvo reuniones a puerta cerrada con el director del FBI, Kash Patel – como ya reveló el New York Post el 28 de noviembre – y con su adjunto Dan Bongino, según cuatro fuentes del WP. Según el periódico, estas reuniones alarmaron a los funcionarios occidentales que aún desconocen sus intenciones y objetivos. Algunos creen que Umerov y otros funcionarios ucranianos buscaron a Patel y Bongino con la esperanza de obtener amnistía por cualquier cargo de corrupción que pudieran enfrentar. Otros temen que este nuevo camino pueda utilizarse para presionar al gobierno de zelensky para que acepte un acuerdo de paz propuesto por la administración Trump, que implicaría fuertes concesiones para Kiev. La embajadora de Ucrania en Washington, Olha Stefanishyna, confirmó la reunión de Umerov con el FBI y dijo al Washington Post que “sólo se trataba de cuestiones de seguridad nacional” que no podían hacerse públicas. Un funcionario del FBI dijo que las reuniones con Umerov incluyeron discusiones sobre los intereses comunes de los dos países en la lucha contra el crimen y la seguridad nacional. En una de las reuniones se discutió el tema de la corrupción financiera en Ucrania, pero no es el tema principal, dijo el funcionario. Un representante de la oficina de Zelensky se negó a comentar sobre reuniones específicas, pero insistió en que “es una estupidez vincular todo a la corrupción”.