Hacía ya algunos días que no teníamos noticias de La Fenice y de Beatrice Venezi; y estábamos preocupados.
Afortunadamente, la otra tarde vimos la noticia de otra manifestación de protesta contra el nombramiento de Venezi, en la que participaron sindicatos, centros sociales y orquestas.
Ahora ya lo hemos escrito pero pedimos una vez más a los que saben de música y política que nos lo expliquen bien. Por los dos, uno. O el problema de Venezi es un problema técnico, y luego debemos hacer hablar a los directores, a los maestros de Venezi y a los críticos musicales; y nos quedamos ahí, sin despertar simpatías fascistas en su familia (como hizo Report) ni desfilar en la plaza como hicieron anteayer con pañuelos rojos, banderas pro-PAL y el lema “Del Fénix a Palestina por una cultura independiente y pacífica”. O el problema es político, y entonces elogiemos a Palestina, o incluso a Darfur, y acusemos también a Venezi de su amistad con Meloni; pero entonces no nos aburras con tu CV.
Pero estamos en Italia. Y ya sabemos cómo terminará esto. Pronto el superintendente prometerá a la orquesta un sueldo extra y de repente las protestas cesarán.
O Venezi – para sorpresa de todos, y eso sería maravilloso – toma la tarjeta del Partido Demócrata y todo se soluciona.
De lo contrario, elegimos a alguien verdaderamente competente, un verdadero profesional, un nombre apreciado por la orquesta, tanto por la izquierda como por los sindicatos. Chessò, Maurizio Landini.