Según Uehara, el motivo para elegir la configuración V8 estuvo relacionado con los requisitos de potencia máxima y el diseño de la cámara de combustión.
“Si determinamos la potencia máxima requerida, también hay que prestar atención al diseño de las revoluciones máximas y de la cámara de combustión. De ahí elegimos el V8”, explicó.
Aunque no se han anunciado cifras de potencia, los ingenieros apuntan a más de 400 caballos para la versión turboalimentada de cuatro cilindros.
Con sus capacidades de hibridación y su cumplimiento de estrictos estándares de emisiones, este motor podría ser una opción atractiva para modelos más grandes como Land Cruiser, Sequoia y Tundra.
La propia Toyota destacó que este nuevo motor V8 no dependerá del sistema PHEV (Plug-in Hybrid), sino que estará disponible como híbrido convencional.
Respecto a esta estrategia, Toyota tiene el objetivo claro de lograr economías de escala a través de sus nuevos motores. Ofreciéndolo en vehículos distintos de los superdeportivos de bajo volumen, sin duda hará que la inversión valga la pena.