Paramount no se rinde y desafía a Netflix poniendo sobre la mesa 108.000 millones de dólares para todo Warner Bros. La oferta hostil abre una batalla que promete ser dura y cuyo resultado también decidirá Donald Trump. Después de presenciar la impresionante elección de Netflix por parte de Warner Bros, Paramount decidió atacar: su oferta se dirige directamente a los accionistas y a Hollywood, al ser mejor para sus bolsillos y más ventajosa para la industria del entretenimiento, explicó el director general David Ellison, recién salido de su participación en la velada de gala en el Kennedy Center organizada por el presidente estadounidense.
Los 83.000 millones de dólares ofrecidos por Netflix representan una oferta “inferior” y también “anticompetitiva”, añadió Ellison, refiriéndose a los 30 dólares por acción en efectivo que su compañía puso sobre la mesa para todos Warner Bros., no sólo para los estudios y activos de entretenimiento en los que está interesado Netflix. La oferta inicial incluía a la china Tencent, sobre la que la junta directiva de Warner Bros había expresado dudas. En respuesta, Paramount lo eliminó y aclaró que los fondos soberanos sauditas habían acordado renunciar a cualquier derecho de gobernanza –incluida la representación en la junta directiva– asociado con sus inversiones en acciones sin derecho a voto. “Ofrecemos a los accionistas 18 mil millones más en efectivo que Netflix”, subrayó Paramount al lanzar, para tratar de convencerlos, el sitio “strongerHollywood”, donde ilustra detalladamente la calidad de su oferta respecto a su rival.
El matrimonio entre Netflix y Warner “pondría fin a la industria tal como la conocemos. Nuestra oferta creará, en cambio, un Hollywood más fuerte”, observó Ellison, asegurando, en un ataque a Netflix, que Paramount distribuirá más de 30 películas en los cines si su oferta tiene éxito. Hollywood había tomado medidas contra las propuestas de matrimonio de Netflix y Warner Bros: el Writers Guild of America había solicitado su bloqueo y Cinema United había mencionado una amenaza sin precedentes. Sin embargo, no está claro si la oferta de Paramount será más popular. Para atraer a los accionistas de Warner Bros y Hollywood, Paramount está explotando y reivindicando ante las autoridades americanas una vía regulatoria más fácil y, por tanto, menos incertidumbre. Inmediatamente surgieron muchas dudas sobre la bendición antimonopolio del matrimonio entre Netflix y Warner Bros, propietario de HBO. Trump lo dijo explícitamente antes de la oferta hostil de Paramount: “Netflix tiene una gran cuota de mercado y cuando consiga Warner Bros, aumentará aún más. Eso podría ser un problema”.
Se rumorea que la Casa Blanca siempre ha visto a Paramount más favorablemente dada la relación de Trump con Larry Ellison, el padre del director ejecutivo de la empresa. Pero eso no ha impedido que el CEO de Netflix, Ted Sarandos, viaje a la Casa Blanca en las últimas semanas para reunirse con el presidente y hablar con él sobre su oferta por los estudios Warner Bros. y los negocios de streaming, insistiendo en que Netflix no es un monopolio. Palabras que no convencieron a la administración, que inmediatamente se mostró escéptica ante la boda. Sin embargo, ni siquiera en Paramount están del todo tranquilos: a pesar de las buenas relaciones, Trump ha vuelto a atacar el programa 60 Minute, propiedad de la compañía. “Permitió la retransmisión de un programa como éste. No son mejores que el antiguo propietario”, tronó el presidente, sugiriendo que su imprevisibilidad será probablemente un elemento que no debe subestimarse en el resultado del partido, que aún sigue abierto.
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