Dirigirse a los clientes de Spotify
El centro de atención al consumidor advierte sobre correos electrónicos falsos
9 de diciembre de 2025 – 12.20 hTiempo de lectura: 2 minutos
Actualmente, los estafadores intentan obtener detalles de pago utilizando correos electrónicos falsos de Spotify. El centro de atención al consumidor advierte contra el fraude de phishing.
Actualmente está circulando una nueva ola de correos electrónicos fraudulentos. El Centro de Asesoría al Consumidor lo informa con un aviso en su sitio web. Utilizando el supuesto remitente del servicio de música en streaming Spotify, los ciberdelincuentes intentan robar los datos de pago de los destinatarios. Por lo tanto, los clientes de Spotify deben tener especial cuidado de no caer en un intento de phishing. El Centro de Atención al Consumidor explica cómo reconocer los intentos de fraude.
El asunto del correo electrónico sospechoso es “La membresía Premium ha sido cancelada”. El correo electrónico indica que el método de pago proporcionado no es válido. Los estafadores piden a los clientes a los que escriben que actualicen su método de pago mediante un enlace en forma de botón verde. Si ha recibido un correo electrónico de este tipo, bajo ninguna circunstancia debe hacer clic en el enlace. Es mejor mover el correo electrónico a la carpeta de spam sin respuesta.
Si no está seguro de si su cuenta de Spotify todavía está activa o si su método de pago almacenado es válido, verifique directamente en la aplicación Spotify en la configuración de su cuenta.
Típico de los correos electrónicos de phishing es el tono urgente, que también en este caso pretende presionar a los destinatarios. El mensaje destaca que los clientes perderían beneficios premium como “Música sin publicidad” o “Reproducción sin conexión” si no actualizaban su información de pago. El Centro de Atención al Consumidor también destaca la falta de contexto. En lugar de un motivo suficiente para la rescisión, se presenta una solicitud directa de acción.
En general, los intentos de phishing suelen reconocerse mediante una dirección de remitente desconocida o dudosa, una dirección impersonal, genérica o incluso faltante (por ejemplo, “Estimado cliente…”), así como enlaces asociados con solicitudes amenazadas y consecuencias.