diciembre 9, 2025
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¿Alguna vez has idealizado a alguien sólo porque tenía un título más prestigioso, tenía más experiencia o quizás más carisma que tú? Llegas a creer que esa persona necesariamente lo sabe todo mejor que tú, hasta el punto de silenciar tus ideas, tus preguntas y tus pensamientos. Poco a poco, su confianza se deteriora. Este fenómeno, común en entornos jerárquicos, tiene un nombre: el problema del pedestal.

Dejamos de escuchar nuestro conocimiento interior o de confiar en nosotros mismos”.analiza Kelli Thompson, entrenadora y autora de Cerrando la brecha de confianza: aumenta tu paz, tu potencial y tu salario (Reducir la brecha de confianza: fortalezca su confianza, su potencial y su sueldo). ¿Las consecuencias? Creatividad retenida e ideas que nunca ven la luz, resume el medio online Fast Company.

Pero este elogio exagerado de las figuras de autoridad tampoco beneficia a los líderes. Si bien los halagos pueden alimentar su ego, los aísla. Sus empleados luchan por compartir inquietudes y comentarios, información que, sin embargo, es útil para el buen funcionamiento de las empresas. Un estudio publicado este año por el especialista en gestión de talentos Visier revela que casi la mitad de los empleados (46%) admiten que no dan una respuesta honesta a sus jefes en el trabajo.

Acepta tus debilidades, reconoce tus fortalezas.

Afortunadamente, no todo está escrito en piedra. Kelli Thompson comparte algunos consejos para superar este problema del pedestal. Para establecer una relación de igualdad, el primer paso es tomar conciencia de tus dudas y de los ámbitos en los que te sientes menos cómodo. Se trata entonces de identificar nuestros talentos y las experiencias en las que destacamos.

Para el entrenador son sus puntos fuertes”en (su) capacidad para crear espacio, hacer las preguntas correctas y hacer que piensen sobre las cosas de manera diferente”. Reconocer tus fortalezas, sin compararte con los demás, te permite reunir a tu alrededor personas que se perciben como iguales.

Si las dudas persisten, puede ser útil volver a tu vocación. ¿Dónde quiero estar hasta que me jubile? ¿Qué me apasiona? Preguntas, aparentemente sencillas, que te reconectan con el futuro de tus sueños. Así encontró Kelli Thompson su vocación. “Aunque estaba aterrorizado, fue aprovechando esta vocación (formación y coaching) que encontré la motivación para crear mi propio negocio y presentarme como un igual, a pesar del problema del pedestal.recordar.

Los líderes del mañana parecen decididos a romper con esta dinámica. Sin subestimarse ni ponerse en un pedestal, buscan ser accesibles y estimulantes, cultivando relaciones igualitarias. Al menos, eso es lo que observa el coach que ha acompañado a miles de líderes hacia una gestión menos vertical, más humana y sobre todo… más segura de sí misma.

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