El martes en Abu Dabi, donde tuvo lugar el último y decisivo Gran Premio del mundo de Fórmula 1, ganado por Lando Norris con McLaren, 15 pilotos probaron los neumáticos para el próximo campeonato del mundo, algunos en coches que simulaban los de 2026. En resumen, el campeonato no ha terminado desde hace una semana y los equipos ya están pensando en el próximo.
Esto es comprensible, porque en 2026 algunas cosas cambiarán en la Fórmula 1. El calendario, los pilotos y los equipos seguirán siendo en gran medida los mismos, pero los monoplazas (coches de Fórmula 1) serán muy diferentes. Aún no está claro hasta qué punto estas innovaciones cambiarán la Fórmula 1 en términos de adelantamientos o velocidad, por ejemplo, pero es probable que tengan un impacto en la competición, haciéndola, al menos inicialmente, un poco más equilibrada.
El Mundial de Fórmula 1 2026 comenzará el 11 de febrero y finalizará el 4 de diciembre. Ya no habrá Gran Premio de Imola (Italia sólo tendrá el de Monza), que será sustituido por el de Madrid. Por lo demás, el calendario será el mismo: sólo cambiarán algunas fechas y seguirán habiendo seis carreras sprint, pero en localizaciones diferentes. Se trata de carreras más cortas que se disputan el sábado y duran alrededor de media hora.
Los equipos aumentarán de 10 a 11. El nuevo será el Cadillac americano. Sus pilotos serán Valtteri Bottas y Sergio Pérez, que no participaron en el último Mundial pero que tienen una amplia experiencia en la Fórmula 1. La escudería alemana Audi sustituirá, sin embargo, al suizo Sauber, que compró el pasado mes de enero. Audi mantendrá a los pilotos de Sauber, pero cambiará de director técnico. Será el italiano Mattia Binotto, ex jefe de equipo (es decir, el jefe) de Ferrari.
Para el resto de equipos habrá pocas novedades, salvo para Red Bull. El piloto japonés Yuki Tsunoda será sustituido por el francés Isack Hadjar, que el año pasado corrió para Racing Bulls (una especie de equipo satélite de Red Bull). Al Racing Bulls llegará el británico Arvid Lindblad, único debutante la próxima temporada.
En Red Bull, sin embargo, no son sólo los pilotos los que cambiarán. También se marcha, después de veinte años, el “superconsultor” Helmut Marko, que entre otras cosas llevó a la Fórmula 1 a Max Verstappen, el piloto que ganó cuatro Mundiales consecutivos con Red Bull entre 2021 y 2024 y que este año volvió a quedar a dos puntos del primer puesto, tras una remontada excepcional.
Como hemos comentado, son los monoplazas los que más cambiarán. A partir de 2026, la Fórmula 1 tiene previstos cambios tan significativos que Atletismo la llamó “la reforma regulatoria más significativa en la historia reciente” del deporte.
Después de muchos años, los coches de Fórmula 1 serán más pequeños y ligeros: pesarán unos 30 kilos menos que el año pasado, tendrán una anchura máxima de 1,9 metros (en lugar de 2) y una distancia entre ejes -es decir, la distancia entre el centro de la rueda delantera y el de la rueda trasera del mismo lado- de un máximo de 3,4 metros (en lugar de 3,6).
Un coche de 2022 a la izquierda y un coche de 2026 a la derecha. 2022 fue el último año en el que los coches sufrieron cambios significativos, así como el año en el que se lanzaron los monoplazas más grandes y pesados de la historia de las carreras. (Fórmula 1/YouTube)
También será la primera vez en mucho tiempo que cambiarán el chasis, la estructura portante del coche, y el motor, el sofisticado sistema que combina las partes eléctrica y térmica del motor. A partir de 2026, de hecho, el motor funcionará la mitad con energía eléctrica, mientras que el año pasado solo era un 20% eléctrico. Gracias a este cambio, en línea recta, los conductores podrán utilizar – en determinadas situaciones – el nuevo modo “override”, que proporciona un aumento temporal de la energía eléctrica útil tanto para adelantar como para defenderse de un ataque.
Esto también mejorará la aerodinámica de los coches. Se eliminará DRS (Sistema de reducción de arrastre), el dispositivo que ayudaba a adelantar abriendo el alerón trasero para reducir la resistencia del aire y aumentar la velocidad en línea recta. En su lugar habrá un nuevo sistema que permitirá a los conductores abrir y cerrar los alerones delanteros y traseros cuando lo deseen, gestionando la resistencia del aire tanto en las curvas como en las rectas.
En definitiva, los monoplazas deberían ser más ligeros, más fáciles de controlar y tener más herramientas para adelantar. Después de todo, adelantar es una parte importante y espectacular del deporte y es comprensible que la Fórmula 1 intente hacerlo más fácil.
Pero como la estructura y gestión de las máquinas cambiará por completo, todo el mundo tendrá que empezar de cero; es decir, ningún equipo podrá partir de proyectos, datos o soluciones técnicas del año anterior. Así que no es seguro que McLaren -que durante los últimos dos años ha tenido el mejor auto de todos- siga siendo dominante; y ni siquiera es seguro que Ferrari siga siendo tan lento como en los últimos años.
Sin embargo, cuando hay cambios como este, no hace falta mucho para que un equipo encuentre la mejor solución y empiece a dominar el campeonato. Esto ocurrió entre 2014, cuando la Fórmula 1 introdujo los motores híbridos, y 2022, cuando las reglas volvieron a cambiar: en esos ocho años, Mercedes siempre ganó el título de constructores y sólo perdió una vez el título de pilotos, antes de dejar paso a Red Bull y luego a McLaren.
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