Un sospechoso fue acusado el jueves de violación e intento de asesinato de una corredora en Poitiers en 2015. Fue posible identificarlo, diez años después de los hechos, gracias a la genealogía genética, una técnica muy utilizada en Estados Unidos pero no regulada por la ley francesa.
Publicado
Actualizado
Tiempo de lectura: 5 minutos
El caso no resuelto del “violador destornillador” de Poitiers (Viena) vive un importante punto de inflexión, diez años después de los hechos. Un sospechoso fue acusado el jueves 11 de diciembre, en este caso seguido por el Centro de Casos Abiertos de Nanterre (Altos del Sena). Este hombre de 28 años está acusado de violar e intentar asesinar a una corredora en 2015. Entonces era menor de edad y admitió ser el autor mientras estaba bajo custodia policial.
En 2015, el ADN masculino encontrado en el lugar no logró identificar al sospechoso a través de los Archivos Nacionales. Los investigadores finalmente utilizaron, a través de una solicitud al FBI, la genealogía genética, una práctica no regulada en Francia pero ampliamente utilizada en Estados Unidos, para localizarlo. Franceinfo explica cómo esta técnica, que se está extendiendo rápidamente a través del Atlántico, podría desarrollarse en nuestro país.
En Francia, cada año se añaden miles de nuevas huellas genéticas a la base de datos nacional automatizada de huellas genéticas (Fnaeg), que centraliza el ADN de personas condenadas por determinados delitos. Pero sucede a menudo que las huellas encontradas en la escena del crimen no corresponden a ningún perfil registrado. “Esto es especialmente cierto en el caso no resuelto del violador de Antibes. (al menos 15 violaciones cometidas entre 1994 y 2006)con esperma encontrado cada vez, pero ADN desconocido en el archivo”explica Didier Seban, abogado responsable de numerosos casos de la unidad dedicada a los crímenes en serie y sin resolver en Nanterre.
La genealogía genética le permite identificar a una persona comparando su ADN con el de millones de personas que se han sometido a pruebas públicas generales con empresas privadas. “Este método puede resultar muy útil para resolver algunos casos penales”explica el abogado especializado en casos no resueltos. Aunque el sospechoso no esté presente en estas bases, sus vínculos familiares permiten localizarlo. “Compartimos el 50% de nuestro ADN con nuestro padre o nuestra madre. Identificando a primos segundos o terceros podemos acabar identificando al criminal”explica.
MyHeritage, Ancestry, 23andMe… Por menos de 100 euros, las empresas de genealogía estadounidenses ofrecen pruebas genéticas al público en general, para descubrir, por ejemplo, los orígenes o la historia familiar. El principio es simple: el cliente recibe un kit de ADN con un hisopo, deposita saliva en él y luego lo devuelve para su análisis. “Millones de personas en todo el mundo envían su ADN a estas empresas para descubrir primos lejanos o descubrir la distribución de sus orígenes étnicos”informa Didier Seban.
En Francia, el ADN se considera un dato sensible y su registro plantea un debate ético, explica el abogado. Los servicios de genealogía genética están estrictamente prohibidos. Sin embargo, muchos franceses utilizan pruebas de ADN recreativas para encontrar a sus antepasados. “En otros países europeos está autorizado, pero en Francia enviar el ADN al extranjero se castiga con una multa (3.750 euros, artículo 226-28-1 del Código Penal). Esto no desanima a todos: se estima que más de un millón de franceses ya han confiado sus datos genéticos a laboratorios extranjeros.especifica Didier Seban.
El Ministro de Justicia, Gérald Darmanin, anunció en octubre que quería presentar un proyecto de ley que permitiría a los magistrados del Centro de Casos Abiertos de Nanterre utilizar la genealogía genética para resolver los delitos más graves, como asesinatos, violaciones o secuestros, cuando todas las demás investigaciones hayan fracasado. Esta tecnología debe ofrecerse a magistrados e investigadores. “una herramienta científica adicional para identificar sospechosos a partir de coincidencias parciales de ADN en algunas bases de datos extranjeras”especifica en un comunicado.
Hoy en día, sólo Suecia permite que la genealogía genética resuelva casos no resueltos. En Francia, donde la ley todavía no lo permite, los jueces deben recurrir a una comisión internacional de solicitud para pedir al FBI que lleve a cabo esta búsqueda consultando los datos de ADN de las empresas estadounidenses.
Esta es sólo la segunda vez que se utiliza este método en Francia. “Por primera vez, en 2022, esto permitió identificar a un hombre sospechoso de haber secuestrado y violado a cinco adolescentes, en el caso ‘depredador del bosque’ (1998-2008). Autorizar la genealogía genética en algunas investigaciones permitiría sin duda resolver decenas de otros casos sin resolver y dar esperanza a las familias de las víctimas que llevan años esperando”cree el abogado Didier Seban.