María Corina Machado, ganadora del Premio Nobel de la Paz 2025, temió por su vida cuando salió de Venezuela hacia Noruega, lo cual fue increíble según medios estadounidenses, dijo el viernes.
“Hubo momentos en los que sentí que había un riesgo real para mi vida, y también fue un momento muy espiritual porque al final simplemente sentí que estaba en manos de Dios”, dijo la opositora venezolana, sin querer dar detalles para no poner en peligro a las personas que la asistieron.
A riesgo de ser declarada fugitiva donde vivía escondida, Machado abandonó su país, en condiciones sobre las que se mantiene muy discreta, y llegó a Oslo la noche del miércoles al jueves, demasiado tarde para participar en la ceremonia del Nobel.
Cruce marítimo peligroso
Los medios estadounidenses informaron sobre una increíble operación destinada a extraer al opositor de 58 años, basándose en el testimonio de un estadounidense, Bryan Stern, que se presenta como uno de los responsables de la operación.
Según el Wall Street Journal, Machado salió de las afueras de Caracas, disfrazado y con una peluca, el lunes por la mañana para regresar a un pueblo pesquero costero, pasando por 10 puestos de control militares en el camino.
Desde allí, el martes realizó una peligrosa travesía en el tormentoso Mar Caribe, trasbordado por la noche de un pequeño barco pesquero que había perdido su señal de GPS a otro barco, para regresar a Curazao. Según el WSJ, el ejército estadounidense fue advertido de este cruce para evitar que el barco fuera blanco de ataques.
Escala en Estados Unidos
“Hemos recibido apoyo del gobierno de Estados Unidos para llegar hasta aquí”, dijo Machado el jueves. En Curazao abordó un avión privado que, según el periódico estadounidense, llegó a Noruega tras hacer escala en Estados Unidos.
Llegó a la capital noruega sin equipaje, sólo con el vestido que llevaba. “Ni siquiera tuve tiempo de ducharme”, le dijo a la BBC.
En varias ocasiones desde su llegada al país escandinavo, Machado ha agradecido “a todos aquellos hombres y mujeres que arriesgaron sus vidas” para hacer posible su viaje. El viernes, cuando se le preguntó si temía por su vida, respondió afirmativamente: “sí, no puedo decir más”.