La revista médica independiente Prescrire ha publicado su lista de medicamentos que se deben evitar para 2026 para un mejor tratamiento. Entre estos encontramos Smecta, Maxilase o condroitina.
La lista negra de Prescrire ha caído. Como cada año desde 2013, la revista médica independiente publica una reseña de los fármacos que considera “más peligrosos que útiles”. Entre las 108 moléculas que recomienda reservar para un mejor tratamiento -89 de las cuales se distribuyen en Francia- se encuentran tratamientos de uso común como Smecta, Maxilase o condroitina.
El objetivo de esta revisión anual es fomentar el uso prudente y promover alternativas más seguras. “Tras la actualización de la lista de medicamentos que deben excluirse, algunos se añaden y otros se retiran, ya sea porque su comercialización ha sido interrumpida por decisión de la empresa o de una autoridad sanitaria, o durante una revisión por parte de Prescrire de su relación riesgo/beneficio”, especifica la revisión.
El objetivo son varios medicamentos bien conocidos por el público en general, como Maxilase, utilizado para tratar los dolores de garganta. La alfa-amilasa que contiene puede provocar a veces trastornos cutáneos o alérgicos graves. En cuanto a Smecta, recetado contra los trastornos intestinales, contiene plomo que, según la revisión, tiene efectos tóxicos neurológicos, hematológicos, renales y cardiovasculares, así como efectos reprotóxicos a largo plazo.
Se añaden cuatro nuevos medicamentos a la lista
En 2026, se agregaron cuatro nuevos medicamentos a la lista negra de Prescrire. En primer lugar, la condroitina, utilizada para tratar la osteoartritis. Sin embargo, “sin evidencia de eficacia clínica”, “expone a las personas a efectos adversos a veces graves, incluidas reacciones de hipersensibilidad (erupción cutánea, urticaria, angioedema)”, señala la revista médica.
Otro fármaco en la mira: fezolintant, utilizado contra los sofocos de la menopausia. Es probable que cause “efectos secundarios que incluyen hepatotoxicidad, trastornos digestivos y neuropsicológicos, así como diversos dolores”. Gefapixant, utilizado en pacientes que padecen tos crónica refractaria o tos de origen inexplicable, está relacionado con “trastornos del gusto muy comunes, neumonía y urolitiasis”.
Por último, andexanet alfa, un antídoto a los anticoagulantes autorizados para algunas hemorragias graves con xaban, no comercializado en Francia, “expone a las personas a incidentes tromboembólicos graves en comparación con la atención habitual”, explica Prescrire.
A pesar de la baja eficacia demostrada o los riesgos considerados desproporcionados en determinadas situaciones clínicas, Prescrire lamenta que algunos de estos medicamentos sigan en el mercado. La revisión destaca la importancia de evaluar cuidadosamente la utilidad real de estos tratamientos y optar, cuando sea posible, por tratamientos con una mejor relación beneficio-riesgo.