La cocina italiana es ayer Patrimonio inmaterial de la humanidad. Se trata de la primera cocina del mundo reconocida en su totalidad a escala nacional. Lo decidió por unanimidad el Comité Intergubernamental de la UNESCO, reunido en Nueva Delhi a lo largo de esta semana, durante la cual se examinan 60 expedientes. Según la decisión, recibida con grandes aplausos por la asamblea, la cocina italiana es una “mezcla cultural y social de tradiciones culinarias, “una forma de cuidar de uno mismo y de los demás, de expresar el amor y redescubrir las propias raíces culturales, ofreciendo a las comunidades una manera de compartir su historia y describir el mundo que las rodea”. En definitiva, un estilo incomparable, made in Italy en la mesa. Gran entusiasmo por la delegación italiana, compuesta por el jefe de la delegación y embajador ante la UNESCO, Liborio Stellino, el profesor Pier Luigi Petrillo, que siguió la investigación y presidente del comité científico, Maddalena Fossati, directora de la revista histórica La Cucina Italiana, que preside el comité de promoción, y dos altos funcionarios del ministerio, Maria Assunta Peci y Maria Sinibaldi.
Un resultado esperado y esperado, pero el momento de la votación fue emotivo para todos. Italia es el primer país del mundo en premios en el sector agroalimentario en proporción al número total de premios obtenidos. De las 21 tradiciones registradas en el Lista de patrimonio cultural inmaterialDe hecho, nueve son atribuibles a la industria agroalimentaria: la cocina italiana, el arte de los pizzeros napolitanos, la trashumancia, la construcción de muros de piedra seca en la agricultura, el cultivo de la joven vid Zibibbo de Pantelleria, la dieta mediterránea, la extracción y caza de la trufa, el sistema de riego tradicional, la cría de caballos lipizzanos.
LAS INSTITUCIONES
El Presidente de la República, Sergio MattarellaDurante una conversación telefónica con el Ministro de Agricultura, Francesco Lollobrigida, expresó su satisfacción por un éxito que fortalece el prestigio italiano en el mundo. Es imposible explicar los innumerables comentarios del sector agroalimentario italiano, entre los primeros está el de Giorgia Meloni, que sin duda puede atribuir este éxito a su gobierno por haber creído en esta operación. “Quiero compartir una noticia que nos llena de orgullo. Hoy, la UNESCO ha reconocido la cocina italiana como patrimonio de la humanidad. Somos los primeros en el mundo en obtener este reconocimiento que honra lo que somos, que honra nuestra identidad, porque para nosotros los italianos, la cocina no es sólo comida, no es sólo un conjunto de recetas, y mucho más, es cultura, tradición, trabajo, riqueza. Nuestra cocina – añade el Primer Ministro – nace de sectores agrícolas que combinan calidad y sostenibilidad, preserva un patrimonio milenario que se transmite de generación en generación, crece en la excelencia de nuestros productores, se transforma en una obra maestra en la maestría de nuestros chefs, es presentada por nuestros restauradores con sus extraordinarios equipos y una trayectoria que no puede sino enorgullecernos, que nos da una herramienta formidable para promocionar aún más nuestros productos, para protegerlos más eficazmente de las imitaciones y de la competencia desleal. Ya hoy exportamos 70 mil millones de euros en productos agroalimentarios. Somos la primera economía de Europa en crear valor añadido en la agricultura. Por el Viceprimer Ministro y Ministro de Asuntos Exteriores Antonio TajaniPresente en Nueva Delhi, este logro “es un resultado extraordinario y refleja el compromiso más amplio del gobierno para salvaguardar nuestro patrimonio agroalimentario y promover la cocina y nuestra cadena empresarial agroalimentaria como herramienta de diálogo, cooperación, solidaridad y paz”.
LOS RESULTADOS
Evidentemente, el reconocimiento no es una marca comercial, pero ciertamente, como ocurrió con la pizza y un poco menos con la dieta mediterránea, repercutirá en el estilo del Made in Italy en la mesa gracias a un atractivo cultural muy fuerte. Este reconocimiento abre una nueva etapa para el turismo en nuestro país: podría suponer un aumento de la presencia extranjera de entre un 6 y un 8% durante los dos primeros años, hasta un total de alrededor de 18 millones de presencias turísticas adicionales. Así lo cree el Cst de Confesercenti, según el cual “la restauración italiana es ya un atractivo insustituible para el turismo”. En 2024, los visitantes extranjeros gastaron 12.080 millones de euros en restaurantes, bares y establecimientos públicos, un 7,5% más que en 2023. Las previsiones para 2025 indican un nuevo aumento, con un total esperado de alrededor de 12.680 millones de euros, un crecimiento del 5%. A esto se suman los viajes turísticos motivados por la gastronomía y el vino, que ya generan hoy 9.000 millones de euros de gasto directo: una cifra que confirma el papel de la cocina italiana como uno de los principales factores a la hora de elegir un destino. Todo ello sin tener en cuenta el papel de los restaurantes, pizzerías y heladerías italianas en el exterior. EL’UNESCO destaca cómo la cocina italiana “promueve la inclusión social, promueve el bienestar y proporciona un canal para el aprendizaje intergeneracional durante toda la vida, fortalece las conexiones, fomenta el compartir y fomenta el sentido de pertenencia”. Para los italianos, la cocina es “una actividad comunitaria que enfatiza la intimidad con la comida, el respeto por los ingredientes y los momentos compartidos alrededor de la mesa. Esta práctica se basa en recetas antidesperdicio y en la transmisión de sabores, conocimientos y recuerdos entre generaciones. Como práctica multigeneracional, con roles perfectamente intercambiables, la cocina cumple una función inclusiva, permitiendo a todos vivir una experiencia individual, colectiva y continua de intercambio, superando todas las barreras interculturales e intergeneracionales”.