diciembre 10, 2025
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Milán, 9 de diciembre. (askanews) –

Pueblos vacíos, calles desiertas y familias en búnkeres. En la provincia tailandesa de Surin, cerca de la frontera con Camboya, miles de personas han sido evacuadas a medida que los combates se extienden a nuevas zonas fronterizas.

“Recibí la orden de evacuar a todos los residentes a los centros de acogida, porque hubo enfrentamientos en la provincia de Sisaket – dijo Noppasit Piyaampornsak, jefe de la aldea – ayer por la tarde dije a todos que se mantuvieran a salvo”.

La reanudación de los combates se produce después de los “Acuerdos de Paz de Kuala Lumpur”, negociados por el presidente estadounidense, Donald Trump, que previeron equipos de observadores en la frontera y la liberación de 18 soldados camboyanos. El de Tailandia y Camboya es uno de los ocho conflictos que el presidente estadounidense dice haber detenido y que la Casa Blanca, el 26 de octubre, definió como una “paz histórica” entre ambas naciones.

Pero la crisis volvió a estallar. Bangkok acusa a Camboya de desplegar armas pesadas y atacar zonas civiles.

“Los nuevos enfrentamientos – afirmó Surasant Kongsiri, portavoz de la Defensa tailandesa – afectaron a varias zonas. Las tropas camboyanas continuaron disparando dentro del territorio tailandés y, según diversas informaciones, Phnom Penh desplegó armas pesadas y de largo alcance a lo largo de la frontera, con la intención de atacar instalaciones tailandesas y, potencialmente, también estructuras y casas civiles”.

El Ministerio de Defensa anunció que las operaciones militares continuarían hasta que Phnom Penh “retorne al auténtico camino de la paz”. La capital camboyana rechaza las acusaciones y dice que sólo respondió al tiroteo después de más de 24 horas para evacuar a los civiles.

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