El propio Tito es optimista y cree que Indonesia tiene una gran oportunidad de convertirse en la cuarta potencia económica mundial en 2045, después de China, India y Estados Unidos. Sin embargo, recordó que la superioridad en recursos naturales (SDA) por sí sola no es suficiente. La principal clave para convertirse en un país desarrollado es la calidad de los recursos humanos (RRHH).
“El país está avanzado no por los recursos naturales, sino por sus recursos humanos. El bono demográfico de Indonesia del 68,95% de la población total debe dirigirse a través de la educación para convertirse en una fuerza productiva”, dijo Tito.
Dio el ejemplo de Singapur, bajo el liderazgo de Lee Kuan Yew, que logró convertirse en un país desarrollado sin abundantes recursos naturales, sólo gracias a una educación superior y becas para su mejor generación.
Según Tito, la actual dirección política del gobierno del presidente Prabowo Subianto está en línea con la visión de una Indonesia dorada 2045 a través de programas públicos de educación y salud, como las Escuelas Populares, las Escuelas Garuda y las becas médicas.
Por ello, Tito invitó a las universidades a no sólo convertirse en torres de marfil, sino aparecer como impulsoras de la innovación y la transformación nacional. Las universidades deben tener el coraje de invertir en investigación, tecnología y desarrollo de recursos humanos para poder ayudar a Indonesia a enfrentar un nuevo orden mundial basado en el conocimiento y una economía digital.
“Las universidades deben transformarse. El mundo está cambiando rápidamente y no podemos ser sólo espectadores. Debemos convertirnos en actores principales del nuevo orden global”, afirmó Tito.