diciembre 9, 2025
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Por primera vez, un jefe de Estado sirio, el presidente interino Ahmed al-Sharaa, fue recibido en la Casa Blanca. La visita había sido calificada anteriormente de “histórica”. Hace apenas un año, al-Sharaa era considerado un terrorista buscado en Estados Unidos y Siria se encontraba en las últimas semanas de una sangrienta guerra civil.

El gobierno de Estados Unidos ha dicho ahora: el presidente Donald Trump quiere cumplir su promesa y darle a Siria “una oportunidad de grandeza”. Por tanto, el gobierno prorrogó seis meses la suspensión de algunas sanciones. Sin embargo, como muestra un documento del Ministerio de Hacienda, estas medidas no han sido revocadas por completo. La reducción de la tensión tenía como objetivo promover la reconstrucción y la estabilidad de Siria.

El anuncio de Al-Sharaa de que su país participaría en la coalición liderada por Estados Unidos para luchar contra la milicia terrorista Estado Islámico (EI) fue confirmado oficialmente poco después de la reunión. “El acuerdo es de naturaleza política y todavía no contiene ningún componente militar”, dijo el ministro de Información, Hamza al-Mustafa, en la Plataforma X.

El ministro de Asuntos Exteriores, Asaad al-Shaibani, que también fue recibido en la Casa Blanca, calificó la reunión de constructiva. Llevaba meses preparado.

El Ministerio de Asuntos Exteriores también dijo que ambas partes acordaron implementar una hoja de ruta para la cooperación. El objetivo es restablecer las relaciones diplomáticas a nivel de embajadores, reabrir instituciones conjuntas y fortalecer la cooperación política y económica.

El presidente interino descarta de momento un acercamiento con Israel

Al-Sharaa descartó inicialmente conversaciones directas para normalizar las relaciones con el vecino Israel. Cuando se le preguntó sobre el deseo del presidente estadounidense Donald Trump de que Siria se una a los Acuerdos de Abraham para normalizar las relaciones diplomáticas entre Israel y varios estados árabes, al-Sharaa señaló la actual ocupación israelí de los Altos del Golán. En una entrevista con la cadena de televisión estadounidense Fox News, afirmó también que las condiciones para Damasco son, por tanto, diferentes a las de los Estados que ya se han adherido al acuerdo.

“Siria tiene frontera con Israel, e Israel ha ocupado los Altos del Golán desde 1967. No entablaremos negociaciones directas en este momento”, dijo al-Sharaa, según la traducción de la emisora. “Quizás la administración estadounidense del presidente Trump pueda ayudarnos a lograr esa negociación”.

De yihadista a presidente

Partes de la carrera de Al-Sharaa parecen sacadas directamente del guión de una serie dramática de televisión: una vez luchó como yihadista contra las fuerzas estadounidenses en Irak y estuvo cautivo durante años. Hoy será recibido con un cálido apretón de manos por el propio presidente estadounidense en la Casa Blanca. Ha estado al frente de Siria como presidente interino desde principios de año. Como líder del grupo islamista Haiat Tahrir al-Sham (HTS), puso fin al gobierno de décadas de la familia Assad en diciembre de 2024 con la ayuda de una alianza rebelde.

Desde que asumió el cargo, ha volado alrededor del mundo para reconectar a Siria con la comunidad internacional. Bajo el derrocado gobernante Bashar al-Assad, el país ha quedado recientemente aislado internacionalmente debido a una brutal guerra civil.

Eliminado de la lista de terroristas

En los influyentes estados del Golfo, al-Sharaa ha promovido la inversión internacional en Siria. Fue el primer presidente sirio en casi 60 años en dirigirse al debate general de las Naciones Unidas. El presidente ruso Vladimir Putin, que durante años ha ayudado militarmente a Assad en la lucha contra los actuales gobernantes, incluso lo recibió en Moscú. Y ahora la visita a la Casa Blanca. Trump y al-Sharaa ya se habían reunido dos veces, una en Arabia Saudita en mayo y la otra al margen del debate general de las Naciones Unidas.

Poco antes de la visita de al-Sharaa a la Casa Blanca, Washington eliminó al presidente interino de una lista en la que el gobierno incluye a terroristas sujetos a sanciones. Lo mismo ocurre con el ministro del Interior sirio, Anas Hasan Chattab. Una recompensa de diez millones de dólares por al-Sharaa fue rescindida poco después de la caída de Assad.

Otro hito en Washington

El viaje de Al-Sharaa a Washington se considera otro hito en la historia de Siria post-Assad. Los observadores hablan de un punto de inflexión en las relaciones entre Siria y Estados Unidos. Estados Unidos también desea frenar la influencia de Irán en Siria. La República Islámica y sus milicias han sido uno de los aliados más importantes de Assad.

A nivel internacional, se siguen de cerca las acciones y la dirección del gobierno de transición en Siria. Los expertos ven un deseo de cambio democrático, pero también critican los primeros meses de gobierno del nuevo liderazgo. La atención se centra especialmente en la protección de las minorías en una Siria profundamente dividida.

Desde la caída de Assad ha habido repetidos estallidos de violencia, algunos de los cuales han matado a cientos de personas. También participaron parcialmente las fuerzas de seguridad del gobierno interino.

Muchas partes de Siria todavía están devastadas después de casi 14 años de guerra civil con participación internacional. La economía está en ruinas. Según las Naciones Unidas, alrededor de siete millones de desplazados internos todavía viven en Siria. De los aproximadamente 23 millones de habitantes de Siria, aproximadamente 16 millones de personas todavía dependen de la ayuda humanitaria.

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