Uno de cada tres atropellado
Este sufrimiento le cuesta a la sociedad miles de millones
Actualizado 12.11.2025 – 19:36Tiempo de lectura: 2 minutos

Uno de cada tres adultos se siente solo. Lo que muchos subestiman: la soledad es mucho más que un simple sufrimiento mental. Aumenta el riesgo de numerosas enfermedades.
Según el estudio representativo “Futuro Salute 2025” de la compañía de seguros de salud Vivia BKK y su fundación “Die Gesundarbeiter”, el 34% de los jóvenes de entre 14 y 34 años experimentan habitualmente soledad en Alemania. Sólo el 8% dice no conocer en absoluto este sentimiento. Más de la mitad de los encuestados que se sienten solos, al menos ocasionalmente, pasan más tiempo online que en contacto directo con otras personas.
Para los autores del estudio, surge un panorama contradictorio: se considera que los jóvenes están mejor conectados que cualquier generación anterior, pero a menudo faltan conexiones reales. El 63% de los encuestados dice que tiene dificultades para hablar abiertamente sobre sentimientos o problemas personales. Y cuando el estrés, el miedo o las preocupaciones se apoderan de ellos, el 58% se retira en lugar de compartir con los demás.
“Debido al estrés, a menudo nos falta tiempo y energía para reuniones reales. Muchas personas ya no están acostumbradas a mantener el contacto personal”, explica Andrea Bahnsen, psicóloga de vivida bkk. La soledad entre los jóvenes ya no es una excepción, sino un problema social creciente.
Pero la soledad es un sentimiento generalizado incluso entre las generaciones más jóvenes. Según un análisis de Statista, alrededor de un tercio de los adultos en Alemania se sienten al menos parcialmente solos y casi el 20% incluso se sienten muy solos. Los datos también muestran que el tema ha vuelto a ocupar un lugar central tras la pandemia de coronavirus. Los mayores de 75 años y los adultos jóvenes se ven especialmente afectados.
La soledad surge cuando los contactos sociales se perciben como insuficientes, tanto en número como en calidad. Sin embargo, no se trata sólo de una cuestión de malestar, sino de un factor de riesgo de enfermedades graves. Los estudios muestran que la soledad crónica aumenta significativamente los niveles de estrés, el riesgo de enfermedades cardíacas, depresión, deterioro cognitivo en la vejez, abuso de sustancias y trastornos del sueño.
Los expertos de la Escuela de Educación de Harvard y Vivek Murthy, exjefe del Servicio de Salud Pública de Estados Unidos bajo Barack Obama, llaman a la soledad una “epidemia”. Y la Organización Mundial de la Salud (OMS) también advierte. Según la OMS, la soledad afecta a una de cada seis personas en todo el mundo, con consecuencias dramáticas: la organización estima que la soledad contribuye a más de 870.000 muertes cada año. Esto equivale a más de 100 muertes por hora.
“En una época en la que la comunicación es posible en cualquier momento, muchas personas todavía se sienten aisladas y solas”, afirma el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. El aislamiento social y la soledad son desafíos importantes para la salud, la educación y el empleo, y cuestan miles de millones a la sociedad.