diciembre 10, 2025
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Gran excitación y emoción acompañaron el testimonio de Rom Braslavcki (foto), un joven israelí retenido como rehén por Hamás durante más de 700 días.

“Para mí estar aquí es un honor, me conmovió”, dijo el israelí de 22 años secuestrado mientras trabajaba como guardia de seguridad y que también estuvo acompañado para la ocasión por su padre Ofir. “Fui cruel e increíblemente secuestrado por Hamás”, dijo Braslavcki, recordando aquel triste 7 de octubre de 2023. “Vi con mis propios ojos los horrores y la masacre. Vi hermosas mujeres arrojadas al suelo y atravesadas por balas, con la ropa desgarrada y un torrente de sangre”, añadió el joven israelí en una sala llena de jóvenes voluntarios y líderes políticos del partido. En primera fila estaban Arianna Meloni, Giovanni Donzelli, la ministra Eugenia Roccella, el líder del grupo del Senado Lucio Malan, el subsecretario de Justicia Andrea Delmastro y la diputada Sara Kelany, jefa del Departamento de Inmigración. En la primera fila también estaban dos mujeres, judías romanas, que ondeaban con orgullo la bandera de Israel. La sala, llena con unas 300 personas, escuchó en silencio el triste testimonio. “Los gritos de Allah Akbar vienen de todos lados”, afirmó el joven Braslavcki que no dudó en afirmar: “Me mataron física y espiritualmente, torturaron mi alma y me dejaron cicatrices emocionales por todas partes”. Y nuevamente: “Conozco personas secuestradas que no pueden hablar y que han perdido la cabeza”. Braslavcki lo dijo claramente: “Mi vida está destruida. Una masacre como ésta no es humana”. Y para concluir: “Hasta hace dos meses estaba en Gaza, enterrado a 40 metros bajo tierra, con la ropa rota. No comí durante días enteros. Hoy todo ha cambiado”. Su discurso acabó con una gran ovación y Arianna Meloni con lágrimas en los ojos, mientras el ex director de Repubblica Maurizio Molinari lo abrazaba visiblemente emocionado. Poco después, el joven de 22 años visitó el pueblo de Atreju acompañado por el responsable de la organización Fratelli d’Italia, Giovanni Donzelli. Según supo el periódico, los canales de televisión israelíes también esperaban con ansias este evento. Muchas personas presentes quedaron traumatizadas por esta historia. “Fue realmente conmovedor y duro”, dijo una niña. Una mujer admitió: “No, estoy impresionada.

No pude hacerlo, en un momento tuve que salir de la habitación porque era demasiado”. Era la primera vez que Braslavcki contaba su historia y, para la ocasión, los servicios de seguridad fueron reforzados.

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