Hace un año que no está en el poder, pero continúa invadiendo los teléfonos de los sirios. Una imagen se volvió viral el sábado. Bashar al-Assad, con gafas de sol en la cabeza mientras conduce su coche, está filmada en 2018 en Ghouta, un bastión rebelde en las afueras de Damasco. La ciudad estuvo asediada durante cinco años, bombardeada implacablemente por su régimen y su aliado ruso, e incluso blanco de ataques químicos.
Frente a una mezquita que milagrosamente sigue en pie, se burla: “Los sirios no tienen dinero, pero lo gastan todo en escombros, como los faraones”. En el coche su asesor le pregunta: «¿Qué dices antes de salir de Ghouta? » Él responde hilarantemente: “Que Dios maldiga a Ghouta”.
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