Ninguna emergencia puede detener al Bolonia, que se relanza en la Copa y se coloca con fuerza en la carrera por la clasificación directa para los octavos de final de la Liga Europa, planteando una amenaza muy seria para los play-offs: todo sobre las bandas de Federico Bernardeschi. La hazaña dio sus frutos, el Bolonia venció al Vigo y subió once puntos, a sólo dos del octavo puesto, gracias a una remontada con un doblete de su número diez, poniendo la flecha sobre los españoles.
Es una hazaña que confirma la calidad del sistema italiano, en medio de una emergencia. Porque debe abandonar a los lesionados Skorupski, Freuler Vitik y Casale y a los no cotizados Immobile, Sulemana y De Silvestri. Pero también Lucumi y Ferguson, en el banquillo porque no están en su mejor forma por una inflamación de rodilla. Pero Bolonia ignora a los artistas, si juegan, lo hacen durante largos períodos. Pero desperdició demasiado: Castro devoró dos goles delante de la portería en la primera parte, el argentino falló con un cabezazo en el minuto 28 y el ex portero del Inter Radu le dijo que no en el minuto 43 a la oportunidad que podría haberle dado el empate, mientras que Rowe honró al invitado número uno en el minuto 27 en un mano a mano.
El Bolonia juega, pero no pica y desperdicia. El Celta sufre, retrocede, pero cuando tiene una buena oportunidad castiga aprovechando la urgencia defensiva de la banda italiana.
El extremo sueco Swedberg encuentra espacio por la derecha alimentado por Carreira en el minuto 17, gana el contacto hombro con hombro con Lykogiannis, se adapta a la posición central y vuela hacia la portería, encontrando luego el pase decisivo para el Zaragoza, que no se equivoca bajo la medida. El Celta es el equipo que tiene el balón, que pese a las ausencias de Domínguez y Durán, viene de regresar de la hazaña en casa ante un Real Madrid en crisis (victoria 0-2).
Pero el Bolonia aun así lo derribó y el empate llegó en la segunda parte. Primero con Pobega, asistido por Bernardeschi, pero el gol fue rechazado por el VAR por fuera de juego. En el minuto, sin embargo, Rodríguez hunde a Pobega en el área, tras un lanzamiento de Lykogiannis: tras una larga revisión del VAR, el árbitro vuelve a llamar al monitor y decide sancionar el penalti. En el acto, Bernardeschi no perdona.
Pero la cosa no se queda ahí, porque Aspas, que entró en juego en la segunda parte para marcar el gol del Celta, falla el apoyo del edificio y lanza a Bernardeschi, que, encarando a Radu, aún mantiene la compostura de antes y marca su doblete personal y el adelantamiento. Para el jugador de 31 años que regresa de su experiencia en Canadá, este es el cuarto gol en los últimos cinco partidos, después de los del Udinese en Liga y del Salzburgo, también en la Europa League. Es el gol del triunfo, que permite al Bolonia poner un pie en el play-off de los octavos de final de la Europa League y en gran forma para la clasificación directa, que se jugará en enero contra el Celtic y Tel Aviv.
Ricardo Orsolini
Italiano: la Bolonia más bella me hizo un magnífico regalo de cumpleaños
“El equipo se expresó excepcionalmente bien”. Palabras de Vincenzo Italiano, que pone un signo de exclamación tras el partido sobre su hazaña de Bolonia a Vigo, en el partido de la Europa League que reaviva a los Rossoblu en la carrera por las ocho primeras plazas de la competición UEFA.
El Bolonia más fuerte que la emergencia y la desventaja inicial ante el Celta: “Estábamos detrás después del primer error. Pero a partir de ahí no concedimos nada y creamos muchas cosas. Es uno de nuestros mejores partidos desde que llegué al Bolonia, el nivel fue realmente muy alto, agradezco a los chicos porque me hicieron pasar un cumpleaños maravilloso”.
De hecho, el técnico celebró ayer su 48 cumpleaños, retirado en España, la víspera del partido.
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