Mientras en Europa se debaten las normas del nuevo Reglamento de envases (Ppwr), las botellas de prosecco italianas están en peligro: la preocupación proviene de Coreve, el consorcio italiano de reciclaje de vidrio. “El Ppwr prevé que, en 2030, ya no podrán comercializarse envases compuestos por más del 30 % en peso de materiales no reciclables”, explica el presidente Gianni Scotti. “En Bruselas estamos trabajando para definir las directrices de esta reciclabilidad – continúa -.
La posición alemana y danesa
Hoy en día, las posturas alemana y danesa mantienen que el vidrio tiene transmisión (es decir, la capacidad de dejar pasar la luz a través de él), ed) menos del 10% no puede clasificarse como reciclable. Si sólo el 30% del material de una botella tuviera una baja capacidad para dejar pasar la luz, eso la haría inadecuada. Esto significa que las copas demasiado oscuras y demasiado gruesas, lo que caracteriza precisamente determinadas partes de nuestro prosecco, pero también las botellas de champán y vino, podrían clasificarse como no reciclables y, por tanto, eliminarse del mercado. Te recordamos que se trata de botellas desarrolladas con estas características para filtrar eficazmente la luz nociva para el contenido y resistir la presión interna, particularmente de los productos de burbujas.
El punto de vista de ambos países proviene de regulaciones y normas nacionales: en Alemania, la Norma Mínima para determinar la reciclabilidad de los envases, revisada anualmente (última versión de agosto de 2025) por la Agencia Central de Envases (Zsvr) en colaboración con la Agencia Alemana de Medio Ambiente; en Dinamarca, la Ordenanza sobre envases Bek n. 323 del 20/03/2025 que codifica el sistema de responsabilidad ampliada del productor (REP) en el sector.
La cadena de suministro nacional
“El enfoque alemán y danés surge de sistemas de consumo e industriales basados en botellas de cerveza, es decir, en vidrio de color ámbar, que tiene una capacidad de filtrado de la luz, es decir, una transmisión mayor que la de las botellas de prosecco, champán y vino. En sus sistemas de tratamiento de residuos, en las máquinas ópticas que eliminan impurezas opacas como la cerámica durante el proceso de reciclaje del vidrio, incluso un trozo de vidrio con baja transmitancia, es decir, muy oscuro, podría considerarse un cuerpo opaco y, por lo tanto, descartarse como no reciclables, pero se trata de sistemas antiguos, obsoletos por los sistemas italianos”, continúa Scotti. “Después de todo – subraya – somos el mayor país productor de vidrio de Europa, el tercero del mundo después de China y Estados Unidos y tenemos una tasa de reciclaje de más del 80%”.
Coreve, junto con Assovetro y el centro de investigación Stazione Sperimentale del Vetro (Ssv), ha iniciado pruebas experimentales sobre el tratamiento de residuos producidos artificialmente a partir de botellas muy gruesas y oscuras, en una avanzada fábrica italiana. Los resultados muestran que el nivel de desperdicio es del 1%: el vidrio de baja transmisión se reconoce y recicla correctamente. “Hicieron pruebas con muestras de hasta un 3% de transmisión: se seleccionó todo”, señala Scotti.