La ira de los agricultores por el sacrificio de rebaños afectados por la enfermedad de la piel grumosa (CLD) se ha extendido a las calles del suroeste, pero el Gobierno defiende su política, anunciando la inminente vacunación de un millón más de cabezas de ganado.
Según Vinci Autoroutes, casi 180 kilómetros de la autopista A64 entre Bayona y Saint-Gaudens estaban cerrados al tráfico el sábado por la noche debido a los bloqueos que comenzaron la víspera en el lado vasco y más al este en Carbonne (Alto Garona), punto de partida de un movimiento de descontento agrícola anterior en enero de 2024.
“El movimiento está en marcha”, se alegra Georges Darmani, un antiguo agricultor de 60 años movilizado en Carbonne, que acudirá “presente” para vigilar la presa en Navidad “si es necesario”, porque “todo el mundo agrícola morirá si no defendemos nuestra profesión”.
Lo mismo ocurrió en Mont-de-Marsan, en las Landas, donde una delegación fue recibida en la prefectura. “Si hay un agricultor afectado, le ayudaremos, si lo desea, a oponerse a la masacre”, advirtió Joël Descat, presidente de la coordinación rural local.
Masacre sistemática identificada
Más al sur, en Haut-Mauco, los agricultores también bloquearon el acceso a un punto de recogida de las vacas sacrificadas en las explotaciones afectadas antes de ser incineradas. “Llevamos a estas vacas pobres, y además sanas, de una explotación riesgosa a una zona donde no hay riesgo. Es absurdo”, se queja Julien, otro ganadero.
Desde la aparición del Comité Nacional Demócrata en junio en Francia, la estrategia implementada por el Estado implica el sacrificio de todos los animales de los hogares afectados, restricciones al movimiento de los rebaños y, hasta ahora, una “vacunación de emergencia” de todo el ganado en un radio de 50 kilómetros alrededor de la zona afectada.
Esta estrategia, defendida por la alianza sindical mayoritaria FNSEA-Jeunes Agriculteurs, es en cambio denunciada por la Coordinación Rural y la Confederación Campesina, a menudo en contra, pero unidas, de la eutanasia general de los animales de las familias afectadas y pidiendo una vacunación generalizada del ganado.
La semana pasada en Doubs y esta semana en Ariège, los gendarmes tuvieron que intervenir para permitir el acceso de los veterinarios a las granjas afectadas. “Lo que vimos en Ariège, gasear a agricultores y animales, no es posible. Lloré viendo morir a los animales”, confiesa Nathalie, de 53 años, movilizada como un centenar de agricultores en Sainte-Catherine, cerca de Arras (Paso de Calais).
En total, desde junio se han detectado 109 focos en ocho departamentos, de los cuales 107 ya están extinguidos y dos están activos, según el ministerio. En Occitania, la enfermedad afecta actualmente a cuatro departamentos: Pirineos Orientales, Ariège, Altos Pirineos y Alto Garona, donde el viernes se detectó un nuevo foco.
Bloqueos en el suroeste
Además de la A64, otros ejes del suroeste están bloqueados: parte de la circunvalación norte de Pau, la de Auch (Gers), una parte de la N20 en Ariège o incluso partes de la D 911 y de la autopista A75 en Aveyron.
A nivel nacional, las autoridades registraron este sábado 43 acciones en todo el territorio, que congregaron a 2.000 manifestantes, marcadas en algunos lugares por “tensiones”, según el Ministerio del Interior.
Ante las acciones de los agricultores enojados, el ministro Laurent Núñez pidió el sábado a los prefectos y a la policía que muestren “flexibilidad” y “tacto” e intervengan en caso de “violencia”.
Mientras los agricultores se manifestaban ante su antigua sede parlamentaria en Pontarlier (Doubs), la ministra de Agricultura, Annie Genevard, anunció por el micrófono de Ici Occitanie que quería vacunar “casi un millón” más de animales contra el Comité Nacional Demócrata.
Este millón de vacunaciones adicionales se realizarán en los ocho departamentos del suroeste situados en zonas restringidas, confirmó el Ministerio de Agricultura, según el cual ya se ha vacunado a un millón de animales, con un coste de 20 millones de euros.
En los últimos días, la oposición profesional a la política sanitaria del gobierno se ha fortalecido, alimentada por otros temas candentes como los acuerdos comerciales del Mercosur y la anunciada reducción del presupuesto de la Política Agrícola Común Europea (PAC).