Aterrizaje complicado para los azzurri. En las semifinales del Mundial, los balonmanistas franceses cayeron derrotados (23-29) el viernes 12 de diciembre ante Alemania en Rotterdam. Tras vencer a Dinamarca en la ronda anterior, los azzurri cayeron de la cima. Es la primera vez que pierden a estas alturas de la competición en un campeonato mundial.
El domingo, por el tercer puesto, Francia se enfrentará a Holanda, derrotada el viernes en la otra semifinal por el espantapájaros noruego (25-35). Los franceses intentarán vengarse de un equipo que les ganó el lunes (26-23) en la fase de grupos. Será un desafío porque Alemania y Holanda, sede del Mundial, son equipos similares, con jugadores altos, rápidos y poderosos, que juegan un juego simple pero extremadamente físico.
Considerablemente rejuvenecidos, estos dos itinerarios formativos avanzan desde hace varios años. Sueñan con revivir su gloria pasada. Bajo el liderazgo del francés Emmanuel Mayonnade, los bátavos fueron campeones del mundo en 2019. Para Alemania, el eclipse fue aún más largo, ya que este país, inventor del balonmano, ganó la Copa del Mundo en 1993 y no había llegado a las semifinales desde hacía dieciocho años.
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