Servir un pollo frito tierno, jugoso y sabroso es el sueño de muchas personas, especialmente de los amantes de la cocina casera. Desafortunadamente, muchas personas experimentan que el resultado final es que el pollo frito queda duro, seco o demasiado aceitoso. De hecho, existen varias formas sencillas de preparar un pollo frito perfecto sin perder la ternura de la carne. A través de la siguiente guía podrás aprender consejos para freír pollo que no quede duro pero sí jugoso para que el plato resultante tenga un sabor delicioso como en un restaurante.
1. Elija el tipo correcto de carne de pollo
El primer paso antes de freír es elegir ingredientes de calidad. Se recomienda el pollo joven porque las fibras de la carne aún están suaves y tiernas fácilmente cuando se cocinan. Evite utilizar pollo viejo, porque la textura tiende a ser dura después de freírlo. Si compras pollo asado en el mercado o supermercado, asegúrate de que la carne aún esté fresca, de colores brillantes y no tenga un aroma fuerte. Elegir buenos ingredientes es la base principal para implementar consejos para freír un pollo que no quede duro y quede jugoso.
2. Marinar durante el tiempo suficiente
El proceso de remojo o marinado no solo proporciona sabor, sino que también ayuda a suavizar las fibras de la carne de pollo. Utilice especias como ajo, sal, pimienta y un poco de jugo de lima para eliminar el olor a pescado. Agregue leche, yogur o suero de leche para suavizar la textura del pollo. Dejar al menos de 30 minutos a 2 horas en el frigorífico. Cuanto más largo sea el proceso de marinado, más profundamente penetrarán las especias y la carne tendrá un sabor más jugoso cuando se fríe.
3. Hervir brevemente antes de freír.
Para algunas personas, el pollo suele estar duro por dentro aunque el exterior esté dorado. Para superar esto, primero hierva el pollo durante unos minutos antes de freírlo. Este proceso ayuda a ablandar las fibras sin que la carne se deshaga. Después de hervir, escurrir hasta que se seque antes de sumergirlos en la mezcla de harina o especias secas. Este método es uno de los consejos para freír pollo que no esté duro pero sí jugoso y que suelen utilizar los chefs profesionales.