Este viernes 5 de diciembre, bajo el oro del Hotel Bristol, la emoción es más que palpable. Faltan cuarenta minutos para el inicio anunciado de la rueda de prensa de la película y la sala de Versalles ya está repleta de impacientes periodistas franceses y europeos. La elección del prestigioso edificio parisino y su impresionante logística no se deben al azar: el estreno de una nueva película de James Cameron es siempre un acontecimiento mundial. Bajo estrecha vigilancia.
Los responsables de prensa, mucho más numerosos y ocupados que de costumbre, nos recuerdan por última vez las instrucciones: por favor, no filmar las conversaciones durante mucho tiempo; prohibición estricta, procedente del propio James Cameron, de publicar una reseña de la película antes del día anterior a su estreno… Imposible ir en contra del premiado cineasta. Al final aparece muy sonriente, y tarde, para comprobar el sistema de vídeo que permite la retransmisión en directo de la conferencia: “¡Hoy estoy a cargo!” ¡Estaremos allí en unos minutos! »