Jackson Yee estaba destinado a destacar. Para que su pequeño hijo saliera a la luz, su madre había comenzado, desde los cinco años, a llevarlo de un curso de artes escénicas a otro, además de la escuela: danza tradicional china y moderna, flauta y piano, percusión, caligrafía e incluso el arte de cambiar las máscaras de la ópera china.
La pobreza había obligado a su madre a dejar la escuela secundaria para trabajar en las fábricas de Shenzhen, en un momento de apertura económica china. Allí conoció a su marido y, mientras muchos compañeros tuvieron que dejar a sus hijos en el campo con sus abuelos, ella soñaba con un destino diferente para su hijo. Con la esperanza de un futuro extraordinario, los padres de Yee eligieron para él un nombre tan raro de tres caracteres, Yangqianxi, cuando la mayoría de la población china tiene un nombre de uno o dos caracteres.
Hoy, con sólo 25 años, Yi Yangqianxi, conocido por su nombre internacional Jackson Yee, ya se ha distinguido como un actor extraordinario. Su actuación en ResurrecciónEl tercer largometraje de Bi Gan, que le otorga cinco papeles, lo confirma aún más. En los populares sitios de reseñas de películas chinas, mientras algunos admiten haberse perdido a veces frente al escenario onírico, muchos elogian su desempeño actoral.
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