¿A quién todavía le importan los datos de desempleo? Si bien ha sido durante mucho tiempo el alfa y omega del discurso político, este indicador casi ha desaparecido de la agenda de los distintos partidos. Por ejemplo, durante las elecciones legislativas de 2024 casi no se habló de ello. Sin embargo, no hace mucho, las noticias sobre la caída del desempleo ocuparon los titulares. En 2022, durante la campaña presidencial, Emmanuel Macron hizo del pleno empleo (una tasa de desempleo cercana al 5% de la población activa) un objetivo a alcanzar para 2027.
Esos tiempos parecen ahora muy lejanos. La situación económica ha empeorado y las ambiciones se han desvanecido desde hace varios meses. Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (Insee), el jueves 13 de noviembre, confirman la tendencia. En el tercer trimestre, en Francia (excluyendo Mayotte), según la definición de la Oficina Internacional del Trabajo, había 44.000 parados más que en los tres meses anteriores, para un total de 2,4 millones de personas. La tasa de paro aumentó ligeramente, alcanzando el 7,7% de la población activa, 0,1 puntos más que en el segundo trimestre, sobre el que el INSEE incrementó ligeramente su estimación (del 7,5% al 7,6%). En un año el incremento es de 0,3 puntos.
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