Un nuevo estudio, publicado en noviembre en la revista Antiquity, arroja luz sobre un misterioso monumento formado por alrededor de 5.200 agujeros, encaramado en el monte Sierpe, en los Andes peruanos. Data de la época inca y habría servido como puesto comercial para el reino de Chincha y el imperio inca.
A partir de imágenes de drones y excavaciones in situ, los investigadores estimaron que la estructura se erigió entre 11Y y XVY siglo. ¿Su función principal? Centralizar la recaudación de impuestos y derechos pagados por las comunidades locales y promover el comercio, como se informa en un artículo de WordsSideKick.com.
Análisis de drones revelados “una disposición matemática en la disposición de los agujeros”: Están organizados en distintas secciones y bloques, como métodos de almacenamiento ancestrales. Las franjas, que se extienden a lo largo de casi una milla, están divididas en varias docenas de montículos cuidadosamente alineados.
Cada cavidad mide de uno a dos metros de diámetro y puede tener hasta un metro de profundidad. Algunas están revestidas de rocas cuidadosamente colocadas. El sitio está ubicado cerca de un puesto de defensa y un cruce de caminos, infraestructura desarrollada mucho antes de la colonización española del siglo XVI.Y siglo.
Interés renovado por los restos olvidados
Descubierta en los años 30, la estructura del Monte Sierpe (la montaña de la serpiente en francés) despertó realmente el interés de los investigadores sólo cuarenta años después, y raramente desde entonces. “El sitio está aislado y no está amenazado por el desarrollo”explica Charles Stanish, coautor del estudio. No había sensación de urgencia”. Esta relativa calma no ha impedido a los científicos proponer varias hipótesis: ¿sistema defensivo, lugar de almacenamiento, dispositivo contable para la recogida de agua, jardín experimental? Nadie lo sabía. Nuevos análisis concluyeron que efectivamente se trata de un centro de recaudación de impuestos y comercio.
Otro descubrimiento interesante: la presencia de polen de cultivos, en particular de maíz, en el fondo de algunos agujeros. Dado que este polen no recorre largas distancias de forma natural, los incas lo habrían depositado allí intencionadamente. “Estos datos apoyan la idea de que en la época prehispánica, grupos locales recubrían los huecos con material vegetal y colocaban allí mercancías, utilizando cestas tejidas y fardos para su transporte”.especifica Jacob Bongers, coautor del estudio.
Los mercados de trueque eran entonces uno de los pilares económicos de los Andes peruanos, especialmente a lo largo de las rutas comerciales. Por tanto, Monte Sierpe podría haber desempeñado un papel central en esta red de intercambio.
Las imágenes del dron muestran un parecido con los quipus incas: dispositivos con cuerdas que permitían a los nativos registrar información atando cuerdas. Una prueba más de que el sitio se utilizaba para contar y clasificar mercancías.
“Este estudio hace una contribución importante a la comprensión de cómo las sociedades andinas moldearon sus entornos para unir a las personas y fomentar el intercambio.especifica el arqueólogo. Nuestros hallazgos amplían nuestra comprensión de los mercados de trueque y los orígenes y la diversidad de las prácticas contables indígenas en los antiguos Andes.»