Francesca Albanese, relatora de la ONU para los territorios palestinos, siempre protagonista del debate político. Esta vez su nombre apareció en la petición del ministro de Educación y Mérito, Giuseppe Valditara, a los directores de algunos institutos toscanos, para verificar si el relator de la ONU había mantenido reuniones con los estudiantes para hablarles sobre la situación en Gaza durante las horas de clase y sin ser interrogados.
Pero no es sólo la cuestión de la ausencia de interrogatorio (obligado por las últimas circulares de Viale Trastevere) lo que llama la atención del Ministro. La inspección solicitada por Valditara también tiene como objetivo evaluar la veracidad de determinadas informaciones leídas en la prensa donde se informaba que el relator de la ONU había realizado declaraciones que, “de ser probadas, podrían constituir un delito”. Las inspecciones, según la intención del ministro, tienen por tanto como objetivo verificar la realidad de los hechos y la posible responsabilidad de las organizaciones educativas implicadas.
Según Matteo Bagnoli, representante de la FdI en Pontedera, Albanese habría “acusado al gobierno Meloni de fascista, de complicidad en un genocidio”. Luego atacaría a la empresa Leonardo, calificándola de “criminal” y habría “invitado incluso a niños a ocupar las escuelas”. Según Bagnoli, el relator de la ONU supuestamente “incitó a los niños a cometer delitos durante el horario escolar, ante la mirada de ciertos profesores”.
En el caso del Instituto Pontedera, la reunión (webinar) con los albaneses se llevó a cabo sin el consentimiento del director de la escuela. Según los informes, el evento, como los anteriores en Toscana, fue organizado por la asociación “Teachers for Gaza”. Una estimación realizada por el presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara, Federico Mollicone, habla de 11 mil estudiantes involucrados en esta red de conferencias vía Internet. “Siempre hemos apoyado la autonomía escolar – comenta el parlamentario de Fratelli d’Italia – pero nos parece inaceptable que se dé un espacio dentro de nuestras instituciones a una persona que, en varias ocasiones, ha justificado las acciones de Hamás, ha participado en una conferencia con las caras más conocidas de la organización terrorista y ha definido los graves actos de vandalismo e intimidación contra la sede del periódico La Stampa como una advertencia a los representantes de los medios de comunicación”. Y anuncia una pregunta parlamentaria sobre estos episodios, añadiendo que no es aceptable difundir ideas similares “en nuestras escuelas, además sin interrogatorios y sin garantía de pluralismo”.
“Presentaremos – anuncia -, con colegas que ya han denunciado casos similares, una pregunta al Ministro Valditara”. Mariastella Gelmini de Noi moderato va en la misma dirección. “Si es confirmado – comenta el senador – sería un episodio grave e inaceptable. La propaganda de Francesca Albanese debe permanecer fuera de las aulas”.