Tras la polémica sobre los recortes en el sector cinematográfico, que no amainó ni siquiera después de la reducción de los recortes prevista en las modificaciones presupuestarias del Gobierno, se abre un nuevo frente en el ámbito audiovisual. De hecho, se avecinan medidas que reducirán los recursos asignados a la Rai en 10 millones por año y los de las cadenas de televisión locales en 20 millones por año durante los próximos tres años, lo que provocó una reacción de las asociaciones del sector.
Incluso las editoriales advierten que las asignaciones para el sector son absolutamente insuficientes, pero el subsecretario Alberto Barachini asegura que “hay un compromiso importante” para apoyar a todo el sector. Las medidas provocan también una cierta fibrilación en el seno de la mayoría, con desorientación por parte del Ministerio del Made in Italy, encabezado por Adolfo Urso, quien, como lo saben fuentes bien informadas, siempre ha expresado en la televisión local su firme oposición a la propuesta, considerando la reducción “intolerable”. Además de las implicaciones financieras, la ley también incluye un aspecto relacionado con la gestión de recursos, que podría reformarse mediante decreto del primer ministro, aunque el ministerio tiene jurisdicción sobre el sector. “Estamos ante una decisión que pone en grave peligro la supervivencia de cientos de empresas, miles de puestos de trabajo y el pluralismo informativo”, advierten Confindustria Radio TV, Aeranti-Corallo y Alpi, pidiendo “la recuperación de los recursos y el respeto del papel de Mimit”. También hay un frente candente en la RAI, que desde hace tiempo pide el restablecimiento de las transferencias de la totalidad de los ingresos por regalías a la empresa. Por otro lado, se produce una reducción global de 30 millones de euros en tres años en la contribución a los establecimientos comerciales, neta de la suma de 110 millones de euros anuales ya asignada al Fondo para el Pluralismo y la Innovación Digital. Para hacer frente a esta reducción, Rai tendrá que “racionalizar sus costes operativos y de gestión”.
Los responsables de la televisión pública temen “las repercusiones en la capacidad de producción y en la posibilidad de competir en el mercado, especialmente en lo que respecta a los grandes acontecimientos”, mientras que para la senadora del M5s y presidenta del Consejo de Supervisión, Barbara Floridia, “Meloni continúa el juego de masacre de la Rai”. El Fondo Pluralismo se incrementa en 40 millones anuales durante los próximos tres años, con una reducción de 20 millones para la parte destinada a la televisión local y un aumento de 60 millones para la gestionada por el Palazzo Chigi, que también apoya la edición. La intervención, sin embargo, no satisface a las empresas del sector, que habían solicitado un mayor esfuerzo para afrontar la crisis. “Apreciamos la atención, pero los recursos proporcionados son en gran medida insuficientes – afirma el presidente de Fieg, Andrea Riffeser Monti -. El gobierno parece lejos de comprender la profundidad de la crisis de información, especialmente local, que pone en peligro el empleo de más de 90 mil trabajadores”. “Hay un compromiso importante por parte del gobierno de apoyar todas las publicaciones: televisión, radio y periódicos – asegura Barchini -. La maniobra debe ajustarse a los parámetros europeos del 3% del déficit, pero el gobierno sabe bien que la información es un activo estratégico”. Las enmiendas del Gobierno también redujeron los recortes presupuestarios en el sector cinematográfico y audiovisual de 150 a 90 millones de euros, elevando los recursos para 2026 a 610 millones. El texto inicial había reducido la dotación de 700 millones a 550 para 2026 y 500 para 2027.
“La recuperación de 60 millones está lejos de garantizar la sostenibilidad – señala la Asociación de Productores Audiovisuales -. La reducción residual, combinada con la imposibilidad definida por la norma de cubrir parcialmente las solicitudes del presupuesto del año siguiente, representa una reducción efectiva para el sector de 250 millones. Si la situación sigue así, y con estos retrasos, prevemos el bloqueo de una buena parte de las producciones previstas en Italia a partir de la primavera”. Un bloqueo que se produciría tras una disminución de la producción existente (actualmente sólo hay 33 plataformas activas en Italia según datos del Mic) que ha provocado la movilización de trabajadores que ven “en peligro” su supervivencia y que, por ello, organizaron una asamblea nacional el domingo en Roma.
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