Es una bola plateada, de unos pocos centímetros de diámetro, monísima, pero no tan espectacular, que al final nos mareó. En este globo celeste de la época helenística, sin duda “el modelo más antiguo conocido”, Como explica la exposición “Leyendo el cielo. Bajo las estrellas del Mediterráneo”, que podrá visitarse hasta el 5 de enero en Mucem, están talladas todas las constelaciones conocidas en la antigüedad: un escorpión, un capricornio y su cola de pez… A pocos pasos, otro globo celeste, más grande y de latón, esta vez realizado hacia 1080 en la España musulmana. Y otro más, que se remonta al Renacimiento. De siglo en siglo, de lengua en lengua, de Ptolomeo a los astrónomos árabes, las constelaciones y sus imágenes se han transmitido, a veces reinterpretadas. Hasta hoy y al final del viaje del Mucem donde, al azar, los mismos signos del zodíaco aparecen ahora en tarjetas para raspar o en condones.
“¿Cómo se han transmitido estos signos, como esta cabra con cola de pez y este cangrejo, desde hace cuatro mil años? Es un hecho único en la historia de las formas”, dice Enguerrand Lascols, curador de la exposición con Juliette Bessette, una pregunta que ya estaba en la mente del historiador de arte Aby Warburg y su Atlas Mnemósine.
La exposición trata sobre las estrellas en el cielo. “pero sobre todo la gente que los mira”, Los pies en el suelo, precisa el concejal. porque el cielo “Es al mismo tiempo