Las cumbres de los Andes, las costas del Pacífico, la selva amazónica… Pocos países cuentan con paisajes tan excepcionales como Perú. Su historia es igualmente cautivadora. No se limita a la de los Incas, que la gobernaron durante unos cien años. Otras civilizaciones precolombinas (Chavín, Mochica, Chachapoyas, etc.) también dejaron suntuosos restos.
Si bien las hordas de turistas que invaden las ruinas del sitio de Machu Picchu pueden desanimar a algunos viajeros, Perú está lejos de estar saturado, ya que rebosa riquezas. La colonización española dejó majestuosas iglesias barrocas desmoronadas bajo joyas de orfebrería, a menudo provenientes de tesoros precolombinos.
Gracias a una mezcla de poblaciones de España, China y Japón, así como a una profusión de excelentes productos locales -más de 3.000 variedades de patatas- aprovechando una excepcional diversidad de climas, la cocina peruana, sublimada por una nueva generación de chefs, es reconocida como una de las mejores del mundo. Prueba de ello es que Maido, en Lima, encabezó en junio la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo.
La población andina es siempre amable y orientada hacia los extranjeros. Perú es vasto, montañoso y los caminos a veces son sólo de tierra. Las aerolíneas nacionales, que son muy convenientes, ahorrarán a los visitantes un tiempo precioso.
Sumérgete en la historia de Lima
Fundada en 1535 por el conquistador Francisco Pizarro, Lima fue la sede del dominio español durante aproximadamente trescientos años. En la capital, alrededor de 600 monumentos de los siglos XVI y XVII dan testimonio de esta larga colonización.
Los edificios, que han resistido el paso del tiempo a pesar de varios terremotos, se agrupan en su mayoría en el centro histórico, declarado patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, alrededor de la Plaza Mayor (o Plaza de Armas). Allí podrás admirar la catedral barroca donde está enterrado Francisco Pizarro, el imponente palacio de gobierno y el palacio arzobispal, con majestuosos balcones de madera cincelada.
Disfruta de la cocina Nikkei

La inusual combinación de las culturas culinarias japonesa y peruana surgió gracias a la importante inmigración japonesa al país en el siglo XIX. “Nikkei” fue el apodo que se les dio a estos recién llegados.
El restaurante Osaka, en Lima, es un perfecto ejemplo de esta mezcla gourmet. En el sótano, en una decoración contemporánea de bambú y madera clara, no sabes qué elegir de un menú tan largo como tu brazo.

Todo está bueno: maki, ceviche de pescado crudo marinado o langostinos y mariscos servidos en un suculento caldo de pescado, dashi. Una dirección gastronómica accesible (de 30 a 50 euros por comida con una cerveza).
Subida al “Machu Picchu del Norte”

Kuelap, una antigua fortaleza del pueblo Chachapoya construida alrededor del siglo VI, domina el valle del río Utcubamba, a 3.000 m sobre el nivel del mar.
Vale la pena visitar este impresionante sitio, apodado el “Machu Picchu del norte”. Es recomendable llegar primero al aeropuerto de Chachapoyas, a una hora y media de vuelo desde Lima, para luego recorrer 40 km por carretera hasta el pueblo de Tingo Viejo.
Allí, tras coger el teleférico (7 euros), tendrás que caminar otros cuarenta minutos.
Kuelap está rodeado por murallas de más de 500 m de largo y hasta 20 m de alto. Las tres puertas de entrada son tan estrechas que sólo puede pasar una persona a la vez.
En su interior descubrimos los restos de 420 casas circulares y el templo Mayor, en forma de cono invertido, apodado “el tintero”. El sitio, brutalmente abandonado en el siglo XVI, sigue siendo majestuoso.
Descanse en un albergue ecológico andino

En el norte del país, en Cocachimba, las 23 habitaciones del Gocta Lodge, muy confortables, con balcón o terraza (a partir de 150 euros la noche), todas tienen vistas a las cataratas de Gocta, una de las más altas del mundo (771 m).
Campamento base ideal para visitar el sitio arqueológico de Kuelap, ubicado a 80 km. Alrededor del 90% de los empleados de este albergue ecológico dedicado al turismo sostenible provienen de la región y el césped es cuidado por… llamas.
Descubre la encantadora ciudad del Papa
Bordeando el Océano Pacífico, Chiclayo, que se encuentra aproximadamente a 420 kilómetros al este de Cocachimba, disfruta de un clima templado durante todo el año.
La cuarta ciudad del Perú es hoy conocida en todo el mundo gracias a Robert Francis Prevost, el actual Papa León
El sitio también es famoso por su mercado de brujos (mercado de magos, en la intersección de la calle Juan-Culieván y la avenida Arica), que abastece a chamanes y curiosos. En los puestos oscuros y estrechos se reúnen sapos momificados, patas de gallo y muñecos plagados de alfileres. Aquí es donde encontrarás hojas de coca que reducen el mal de altura.
Admira un tesoro funerario

La tumba intacta del señor de Sipán, a 30 kilómetros de Chiclayo, fue encontrada en 1987. Este fabuloso tesoro ha sido comparado con el del faraón Tutankamón.
La tumba, que data del siglo III, está llena de obras de arte hechas de oro macizo, plata, turquesa y lapislázuli. Da testimonio del saber hacer de los artesanos Mochica, una civilización precolombina. La cámara funeraria reconstruida tal como fue descubierta se puede visitar en el Museo de las Tumbas Reales (2,50 euros la entrada), inaugurado no lejos de allí, en 2002, en Lambayeque.
Ya no sabemos dónde mirar en este desenfreno de coronas y cetros relucientes. Dos mujeres fueron enterradas alrededor del señor, un guardia al que le cortaron los pies (¡para que no se fuera!), un sacerdote, un perro y dos llamas para escoltar al rey al más allá.
Ve allí. En avión con Air France, vuelo París-Lima (12.30 h) ida y vuelta desde 947 euros. Vuelo Lima-Chachapoyas (1h30), para la visita a Kuelap, desde 100 euros por trayecto con Atsa Airlines. Vuelo Lima-Chiclayo (1h30), desde 59 euros con Latam Airlines.
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