Nuevo capítulo en el enfrentamiento político por las armas en Ucrania, la Liga exige cambios en el decreto garantizando al mismo tiempo que el gobierno no corra riesgos. “En cuanto a una posible renovación del decreto sobre el envío de armas a Ucrania, la posición de la Liga es muy simple: siempre hemos apoyado las decisiones del gobierno sin renunciar a expresar nuestras ideas y, como ya dijimos el año pasado, la Liga no votará a favor de una simple enésima nueva propuesta del antiguo decreto sobre armas. Esperamos un cambio que vea una discontinuidad que tenga en cuenta la situación actual y las negociaciones en curso.“, declara el senador de la Liga claudio borghi.
“Ninguna intención de poner en peligro a un gobierno – precisa Borghi en la nota – que, con su estabilidad, es la única salvación para Italia en un escenario global muy peligroso: es una simple petición de sentido común, también muy difundido entre los ciudadanos, sólidos y bien motivados. La Liga, como muchos italianos, sólo quiere la paz y las ideas belicistas de la UE, antes de la intervención de Trump, hicieron todo lo posible para retrasar el fin de las hostilidades en lugar de acercarlo”, concluye el representante de la Liga Norte.
“La Liga siempre ha tenido una posición clara sobre esta cuestión y aporta su contribución, pero en política exterior, sin peros, siempre hemos estado y estaremos todos unidos”, subraya el líder de Noi Moderati. Mauricio Lupirespondiendo a quienes pidieron un comentario sobre las diferencias en el centro-derecha respecto al nuevo plan de ayuda a Ucrania.
“Incluso con este último programa de ayuda junto a Ucrania – reitera Lupi – afirmamos firmemente que Europa debe ser protagonista. Queremos apoyar el plan de paz de Trump, pero sabemos que este plan de paz, sin el papel protagonista de Europa e Italia, no logrará nada”. Además, “también decimos que la responsabilidad de los políticos es recordar que ayer mismo, ante los bombardeos rusos, seguían muriendo civiles en Ucrania ante la absoluta indiferencia de la opinión pública”.
En este caso, concluye, “debemos asumir la responsabilidad de decir exactamente que debe haber paz, que es una paz justa y que Ucrania no debe ser abandonada, porque abandonar Ucrania significa abandonar a Occidente y nuestros valores”.