Probablemente nunca antes había sucedido algo así en la política local de Frankfurt: el alcalde, junto con tres jefes de departamento y cinco líderes de grupos parlamentarios, ofrece una conferencia de prensa para anunciar decisiones importantes sobre el desarrollo urbano. La intención es demostrar capacidad de acción tras el fracaso de la coalición de gobierno y a tres meses de las elecciones locales.
Los nueve políticos querían demostrar que podían trabajar juntos de manera constructiva, a través de líneas partidistas, incluso en temas difíciles como la controvertida expansión urbana en el noroeste y el costoso vallado de una autopista. Parece que se puede avanzar mejor sin la distribución rígida y a menudo ritualizada de roles entre el gobierno y la oposición.
Pero la inusual conferencia de prensa del viernes fue algo más que el habitual elogio, sin el cual es difícil concebir la política. Esto envía una señal positiva para el futuro desarrollo de Frankfurt. Porque aparentemente hay suficientes partidos en el centro político dispuestos a colaborar por el bien de la ciudad a pesar de opiniones divergentes en casos individuales. Se puede suponer que algunos de los cinco partidos CDU, Verdes, SPD, FDP y Volt también asumirán la responsabilidad tras las elecciones locales del próximo marzo.
Las alianzas de izquierda se han vuelto menos probables
Sin embargo, parece menos probable una coalición que involucre a la izquierda. Aunque todavía hay simpatía entre los Verdes y el SPD, ahora ambos partidos tienen claro con quién pueden llegar a compromisos y quién se encerrará en su castillo ideológico. Es imposible perseguir un desarrollo urbano sensato con un partido de izquierda que prácticamente ya no quiere permitir la construcción de viviendas privadas. La CDU, por el contrario, dio un gran paso hacia los Verdes y el SPD y aprobó la ampliación de la ciudad a pesar de las considerables preocupaciones en su seno.
Una coalición tan amplia no está exenta de riesgos, incluso si sólo existe para resoluciones individuales. Existe el riesgo de crear la impresión de un bloque cerrado que quienes desprecian la democracia habitualmente vilipendian como “partidos sistémicos”.
Por lo tanto, es importante que las partes aclaren sus diferentes perspectivas, incluso si finalmente llegan a una posición común. Si la lucha por este resultado es tan constructiva como lo fue para el nuevo distrito del noroeste, es una buena señal para la democracia local.